El excoordinador federal de IU y portavoz en Asturias, Gaspar Llamazares, ha asegurado que no está conforme «en lo fundamental» con el preacuerdo que esta tarde se ha cerrado con Podemos para ir juntos a las elecciones y quiere ver en los detalles «dónde se esconde el diablo».
Llamazares, muy crítico con la coalición con Podemos desde que esta fórmula se planteó ya en las elecciones de diciembre, ve «mal» este principio de acuerdo al pronosticar que será perjudicial para la organización.
Desde Izquierda Abierta, el partido que lidera Llamazares dentro de IU, llevan meses criticando esta posible alianza con el convencimiento de que su formación, que ha cumplido treinta años de trayectoria, acabará diluida en Podemos y se convertirá en su satélite.
Según las condiciones recogidas en el preacuerdo, Izquierda Unida tendrá un sexto de los puestos de salida de las listas (entre nueve y diez escaños) tomando como referencia los resultados del 20D.
Sumados los votos de ambas organizaciones arrojan una proyección de 58 representantes en el Congreso, cifra que se ha tomado como referencia para la distribución de escaños pactada.
También se garantiza la visibilidad de los logos de las dos formaciones tanto en la campaña como en la papeleta y reconoce las identidades de cada una así como sus respectivos programas electorales.