El Pleno de las Cortes de Castilla y León ha aprobado este miércoles por amplia mayoría -sólo se ha abstenido el Grupo Ciudadanos- la convalidación del Decreto Ley de la Junta por el que se prohíbe la muerte de las reses de lidia en presencia del público en los espectáculos taurinos populares y tradicionales en la Comunidad y que, de facto, supone la prohibición por Ley de matar al Toro de la Vega, un torneo que se celebra cada mes de septiembre en Tordesillas (Valladolid).
Según ha explicado el consejero de la Presidencia, José Antonio de Santiago-Juárez, con la convalidación de este Decreto Ley, que no será tramitado como proyecto de ley como ha solicitado Podemos para ahondar en un debate más amplio sobre la norma, se pretende preservar una vieja tradición con cerca de 400 años de antigüedad que, según ha augurado, tenía los «días contados» ante las declaraciones de algunos líderes políticos en programas de televisión y, incluso, en algunos programas electorales y de gobierno.
Ante esa posible prohibición de todo el festejo, ha continuado el consejero de la Presidencia, y ante la necesidad de abrir un espacio de reflexión sobre la «repercusión negativa» que producía el torneo, como ya apuntó el pasado el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, la Junta ha optado finalmente por adaptar la tradición a la cultura y a la sensibilidad del siglo XXI tras un proceso «dialogado y participado» en el que, según ha asegurado, ha contado desde el principio con el Ayuntamiento de Tordesillas.
Según ha asegurado también, en esos encuentros no han participado ni animalistas ni antitaurinos de modo que sólo hubo una reunión a petición del PACMA el 23 de febrero que no duró más de quince minutos.
«La mejor manera de proteger una tradición es hacerlo de una manera no tradicional», ha defendido el consejero de la Presidencia, quien, tras aclarar que la Junta de Castilla y León no es antitaurina, ha trasladado su respeto y su defensa a la fiesta de los toros «que es otra historia» y que ha diferenciado en todo momento del torneo del Toro de la Vega.
Ahora tendrá que ser la autoridad local la que adapte el Reglamento del festejo para «mantener la tradición» sin dar muerte al toro.
Las principales críticas a la convalidación del Decreto Ley de la Junta han venido del Grupo Ciudadanos cuyo portavoz, Luis Fuentes, ha justificado la abstención del partido naranja en la necesidad de no caer en la «trampa» de un juego de bandos, de trincheras o de buenos y malos donde ha atisbado, además, un ánimo electoral del PP.
Mucho ruido y mucho humo
«A nosotros tampoco nos gustaba el toro pero nos gustan mucho menos las prohibiciones», ha aclarado el portavoz del Grupo Ciudadanos, quien ha abogado en todo momento por una fórmula de máximo consenso convencido de que como en todo lo más difícil es la mejor solución. «Se ha hecho mucho ruido y mucho humo que es el sello del Gobierno de Castilla y León», ha criticado al respecto al mismo tiempo que ha acusado al PP de pretender la división en casa ajena cuando, según ha augurado, acabará encontrando a la suya dividida.
Fuentes ha cargado contra la Junta por, tras meses de «absoluta inactividad» fruto, según sus palabras, de la «retirada de facto» de quien debería hacer un liderazgo activo de la Comunidad, haber dado prioridad a un asunto que, en su opinión, no responde a las principales preocupaciones ni a los mayores problemas de los castellanoleoneses.
En el caso del PSOE, partido que gobierna el Ayuntamiento de Tordesillas, ha dado el visto bueno al Decreto Ley de la Junta con una crítica al momento, las formas y a la falta de consulta a los tordesillanos en lo que el procurador socialista Luis Briones ha definido como un ejemplo de «despotismo ilustrado» y de todo para el pueblo «pero sin el pueblo» --según ha trascendido del debate, fue el Grupo Municipal del PP el que no aceptó llevar a cabo esa consulta popular--.
El procurador socialista de ha mostrado convencido de que los vecinos de Tordesillas cumplirán la norma aunque no les guste a todos cuando habría que haber optado por otras fórmulas que llevaran al «autoconvencimiento» de los tordesillanos de la necesidad de ajustar la celebración de un torneo medieval que estaba provocando «auténticas pesadillas» a algunos sectores y para la imagen de una localidad con otros muchos atractivos.
Del mismo modo y tras reconocer que el Decreto de la Junta es «técnicamente impecable» en el ámbito de sus competencias, Briones ha acusado a la Junta de haber acudido a este asunto para, con un agravante de «alevosía» y de «premeditación» tapar algunos escándalos e intentar despistar o desviar la atención de los ciudadanos matando así «dos pájaros de un tiro».
Un primer paso
En el caso del Grupo Mixto y del Grupo Podemos, tanto José Sarrión, de IU, como Isabel Rodríguez Tobal, se han felicitado por el primer paso que supone la prohibición por ley de la muerte pública del Toro de la Vega pero han advertido de que estarán atentos para que no se convierta en un subterfugio para bordear la ley y reconvertir el torneo en una «fiesta privada».
«Nos tememos que pueda esconder trampas y sea sólo un golpe de efecto», ha manifestado la procuradora de Podemos, quien ha pedido un debate más serio y más amplio respecto para que esto no sea sólo «una treta electoral» del PP, que ha negado en todo momento el procurador 'popular' Ramiro Ruiz Medrano, quien ha cargado especialmente contra Ciudadanos por esas insinuaciones para preguntarse qué hubiese votado hoy la formación naranja de no haber elecciones generales en junio.
Por su parte, un grupo de unos cincuenta manifestantes de ha dado cita este miércoles a las puertas de las Cortes para defender el torneo del Toro de la Vega con pancartas en las que se podía leer 'Viva el toro de la Vega' o 'No nos representáis'. Los manifestantes han acusado a los procuradores de ser unos «cagones», además de unos «traidores» y unos «sinvergüenzas» y han acusado especialmente a los 'populares' de haber vendido a los tordesillanos «por cuatro votos».
La ley aprobada este miércoles consta de un único artículo que contempla la prohibición en Castilla y León de dar muerte a las reses de lidia en presencia del público en los espectáculos taurinos populares y tradicionales donde se entiende por espectáculos taurinos populares aquellos festejos en los que se utilicen reses de lidia para el ocio y recreo de los ciudadanos. Tendrán la consideración de tales los encierros urbano, de campo y mixto; las vaquillas, capea o probadilla y los concurso de cortes.
A los mismos efectos, se entiende por espectáculos taurinos tradicionales aquellos festejos populares con reses de lidia cuya celebración arraigada socialmente se venga realizando en la localidad de forma continuada desde tiempos inmemoriales, desarrollándose de acuerdo con la costumbre del lugar. Tienen la consideración de celebraciones inmemoriales aquellos espectáculos en los que se acredite que tienen una antigüedad de, al menos, 200 años.