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Operación Fénix

Mario Conde: «Cuando todo termine, me iré»

El expresidente de Banesto Mario Conde, que salió de la cárcel el pasado viernes, a su llegada a la sede de la Audiencia Nacional en Madrid, para entregar su pasaporte. Tras su puesta en libertad, Conde deberá comparecer todos los lunes ante la Audiencia Nacional, no podrá ausentarse de España y estará permanentemente localizable. | Efe

| Madrid |

El exbanquero Mario Conde, que abandonó el pasado viernes la prisión donde había ingresado el pasado 13 de abril por orden del juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, ha acudido este lunes a esta sede judicial a hacer entrega de su pasaporte, ya que una de las medidas cautelares para su excarcelación es la prohibición de salir del país.

Conde ha agradecido en su perfil de la red social Facebook a los que «en este cuarto encierro en prisión» le han hecho patente su «apoyo y afecto» y ha afirmado que, en contra de lo sostenido por las acusaciones, «ninguno de los euros que han sido traídos para ser invertidos en empresas españolas, absolutamente ninguno, procede, ni directa ni indirectamente, de Banesto». También anuncia su salida del país «cuando todo termine».

El exbanquero también ha cumplimentado con la obligación de firmar en el juzgado, una medida de cumplimiento semanal que le impuso también el titular del Juzgado Central de Instrucción número 1, que le investiga por repatriar presuntamente 13 millones de euros del 'caso Banesto'.

Su salida de prisión se produjo el pasado viernes por la tarde tras acordar la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, en funciones de guardia, su puesta en libertad provisional después de haber consignado una transferencia por valor de 300.000 euros para cubrir el importe de la fianza impuesta.

«Hacia el otoño existencial»

En la entrada en Facebook, subida algo más de una hora después de su salida de la prisión de Soto del Real (Madrid) , Conde se refiere a lo sucedido como uno de los momentos más «dolorosos» de su vida y envía un abrazo en su nombre, en el de sus hijos y en el de sus colaboradores mas próximos, para anunciar que camina «hacia el otoño existencial» . «Cuando todo termine me iré», dice.

Añade que es consciente de que se ha repetido hasta la saciedad que el dinero que trajo de fuera del país procede de Banesto, a lo que apunta que «pocas dudas caben de que se trata de una actuación coordinada basada en una consigna». No obstante, avisa que no importa porque «la verdad es la que es» y puede probarlo con documentos.

«Soy consciente de que a la tribu de la carroña le dará igual» añade la entrada, en la que apunta a «quienes viven de mentir y difamar sienten alergia por la verdad, porque destroza sus platos de lentejas», en clara alusión a la prensa, para asegurar que le da las gracias «a la carroña y a la noche, porque nos ayudan a valorar la luz y la dignidad».

«He aprendido muchas cosas en mi vida pero una es rotunda: si quieres saber quiénes son tus amigos, arruínate. Si deseas saber quién te ama, ingresa en prisión», añade la entrada de Conde en la red social.

«Si me vuelven a ingresar en prisión por lo que sea, ingresaré. Pero cuando termine me iré. Ojalá mis hijos, nietos y aquellos a quienes quiero me acompañen, pero no puedo forzarles», dice también en lo que parece ser un anuncio de su salida del país, del que destaca su tierra gallega. Concluye con una cita de Luis Vives de 1523: «Todo es cerrazón y noche» .

En su auto de excarcelación, Lamela prohibibió a Conde salir de España sin autorización judicial y le impuso también la obligación de fijar un domicilio, señalar persona y domicilio de contacto para las notificaciones, así como un número de teléfono de disponibilidad permanente.

Por ello ha debido entregar su pasaporte con la advertencia de que si incumplía dicha obligaciones será detenido de inmediato y se modificará su situación personal.

La fianza de 300.000 euros que satisficio fue depositada en cuenta de consignaciones del juzgado, después de que Pedraz rechazara la garantía hipotecaria aportada por dos altos cargos de la Fundación Francisco Franco, Jaime y José Angel Alonso García, que depositaron como aval cuatro fincas situadas en la isla de Fuerteventura valoradas en un total de 610.818 euros.

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