El candidato de Unidos Podemos a la Presidencia del Gobierno, Pablo Iglesias, ha cerrado este viernes la campaña electoral señalándose como el único voto útil para derrotar al PP y al tiempo con palabras de reconciliación con «la izquierda de toda la vida», que hoy concurre al 26J en su coalición.
Madrid Río ha sido el escenario del último mitin de Unidos Podemos, que ha reunido a casi diez mil personas para ver juntos al coordinador de IU, Alberto Garzón, los principales representantes de Podemos y algunos de los dirigentes de los llamados gobiernos «del cambio», como la vicepresidenta valenciana, Mónica Oltra, o el alcalde de La Coruña, Xulio Ferreiro.
Con un discurso emocional y aclamado como «presidente, presidente», Iglesias ha situado a Podemos como un instrumento que ya no es lo mismo sin sus confluencias, ha mostrado su agradecimiento a todas las alianzas y, especialmente a IU y al PCE, al que mencionaba por primera vez en campaña.
«Hay algo mucho más importante que Podemos, que es el encuentro con la izquierda de toda la vida» ha afirmado antes de declararse orgulloso de ese «encuentro histórico» y de que Unidos Podemos lleve «tatuado» en el ADN «las luchas sociales que empujaron los de atrás».
Un proyecto que Iglesias ha definido como el de «la ley y el orden», y que está convencido que es el único «voto útil» para derrotar al PP, a quien ha señalado entre los responsables «de las políticas de austeridad» en Europa, que son -ha dicho- «los enterradores del proyecto europeo», en alusión también al referéndum en el Reino Unido que ha apostado por dejar la UE.
Para el PSOE, el candidato de Unidos Podemos hoy no ha tenido ni una sola palabra, pero sí ha repasado en nombres la historia de la izquierda y la lucha social en España, sin olvidarse de símbolos como La Pasionaria o Rafael Alberti.
Muy aclamado por los asistentes al mitin hablaba poco antes el coordinador federal de IU, Alberto Garzón, quien ha llamado a estar a la altura del momento histórico y ha asegurado que Unidos Podemos está muy cerca de ganar al PP. «Somos la esperanza de otros pueblos de Europa que están viendo como se acerca una ola terrible que se llama fascismo», ha dicho.
En la misma línea, el jefe de campaña de Unidos Podemos, Íñigo Errejón, ha pedido el voto para una coalición que facilitará que la ideología del odio y la barbarie no sea mayoritaria en Europa en un día en que -ha dicho- la Unión Europea vive unas horas complicadas y mucha gente se pregunta qué fue de aquella Europa de la que se sentían orgullosos.
En el último mitin de Unidos Podemos se ha vuelto a cantar esa consigna que Mónica Oltra (Compromís) hace cantar a los asistentes a los actos, que hoy de nuevo han gritado «a la valenciana, a la valenciana», en alusión a la fórmula de Gobierno en Valencia que Iglesias quiere también para España.
Oltra ha advertido al PP de que «si quieren malas y malos los van a tener» porque el 26 de junio los ciudadanos van a votar a «a los que han despreciado y humillado» y ha pedido un último «empujón» para culminar el cambio que en mayo empezó en ayuntamientos y comunidades.
No estaba en el cierre de campaña la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, pero ha intervenido a través de un vídeo para recordar que el voto puede cambiar la vida de las personas y que está en las manos de la gente echar al PP, un partido que «dice a la cara que mentir, robar y conspirar no tiene consecuencias» y al que el pueblo demostrará el 26J que sí las tiene.
Como representante de los Ayuntamientos «del cambio», el alcalde de La Coruña, Xulio Ferreiro, de La Marea Atlántica, ha advertido de que tras las elecciones del 26J será investido «un presidente con coleta para poner las instituciones en manos de la gente».
Porque el pasado mayo ya «un montón de gente» decidió que lo iban a hacer «en común» y que les «iban a tener hasta en la sopa». «Hay Marea», ha enfatizado.
Unidos Podemos concluye así una campaña que creen que les ha funcionado incluso mejor de lo esperado y afrontan el 26J con optimismo. Hablan incluso de lograr 90 escaños y de que el PSOE se quede con 80, y están convencidos de que pueden lograr la mayoría absoluta con los socialistas.
Aunque fuentes de Podemos también admiten que miran al futuro con desconfianza y escepticismo la posibilidad de que el PSOE se decante por elegir un Gobierno de coalición con Unidos Podemos, después de una campaña en la que no han parado de tenderles la mano mientras los socialistas incrementaban sus ataques a la formación morada.
«Allá ellos», sostienen convencidos de que si el PSOE termina apoyando o permitiendo un Gobierno del PP eso no hará más que retardar un poco su llegada a La Moncloa y posiblemente les daría la mayoría absoluta en la siguiente legislatura.