El 9 de enero de 2007 el iPhone vio la luz con la ambición de reinventar la telefonía móvil y la aspiración de «hacer historia»: en diez años, el terminal ha vendido más de mil millones de unidades.
«Hoy vamos a hacer algo de historia. (...) Presentamos tres productos revolucionarios: un iPod con controles táctiles, un teléfono móvil revolucionario y un dispositivo avanzado de conexión a internet. No son tres dispositivos distintos, es uno sólo y lo hemos llamado iPhone», anunciaba el entonces consejero delegado de Apple, Steve Jobs.
Era un dispositivo rectangular, con pantalla táctil, sin teclado físico ni ratón, con conexión a internet y cámara de fotos. La clave de su éxito, según los expertos, fue la combinación de todos sus elementos, tanto de hardware como de software, en un aparato muy sencillo de utilizar.
El analista de IDC, Francisco Jerónimo ha confesado que cuando el «visionario» Jobs, ataviado con su acostumbrada indumentaria de jersey negro, pantalón vaquero y zapatillas, utilizó sus dotes de avezado orador para presentar el iPhone, era complicado vislumbrar «la revolución que estaba a punto de llegar», teniendo en cuenta que el concepto de teléfono inteligente sólo empezaba a despuntar.
En diez años, el iPhone ha vendido más de mil millones de terminales y ha marcado durante buena parte de la década el paso de una industria millonaria e innovadora.