El extesorero del PP Luis Bárcenas ha afirmado que el dinero que tenía en Suiza provenía de operaciones comerciales en el exterior, y ha reconocido que no lo declaraba a Hacienda, ya que lo tenía «como un fondo de pensiones fuera de España».
La fiscal Concepción Sabadell ha comenzado interrogando a Bárcenas en el macrojuicio de Gürtel sobre las cuentas que tenía en Suiza, donde llegó a acumular 48,2 millones de euros.
El extesorero ha explicado que su primera cuenta en el país helvético la abrió en 1988 y en ella ingresó el dinero de transacciones comerciales que hizo fuera de España con personas que no eran residentes en este país.
«Eran operaciones que realizaba fuera de España y prefería tener ese dinero fuera de España», ha indicado Bárcenas, que ha reconocido que no declaró a Hacienda ese dinero.
«No lo declaraba, eran operaciones fuera de España con no residentes españoles», ha reiterado, y ha añadido que «ese dinero lo tenia como un fondo de pensiones fuera de España».
Ha asegurado que nunca intentó ocultar la titularidad de las cuentas, incluso cuando en 1995 puso una a nombre de una fundación.
«En 1995 constituí una fundación, pero nadie se oculta, no es una sociedad pantalla, en todo caso sería una sociedad visillo, porque se me veía a mi perfectamente», ha dicho.
Viajar a Suiza con dinero
El extesorero popular ha asegurado que nunca ha viajado a Suiza con dinero «ni en coche ni en avión» y que todas las cantidades que tenía en sus bancos del país helvético (donde acumuló hasta 48,2 millones) las percibió allí por sus operaciones financieras, y no en España.
Durante su interrogatorio en el macrojuicio de Gürtel, Bárcenas ha defendido que todo el dinero que tuvo en Suiza lo recibió allí, bien mediante transferencia o, en la mayoría de los casos, en ingresos en efectivo, ya que alrededor de 2,5 millones de los 8 que recibió en sus dos cuentas fueron en metálico.
Ese dinero en metálico, ha dicho, lo ingresaba o bien él personalmente después de recibirlo de manos de inversores, o bien lo hacía su «socio» y «amigo» Iván Yáñez, considerado como su testaferro y que se hizo cargo de la gestión de su fortuna en Suiza días después de estallar el caso Gürtel en febrero de 2009.
Macroproceso judicial
Bárcenas se sienta en el banquillo acusado por primera vez de corrupción en la trigésima jornada del macrojuicio de Gürtel, en el que se acusa a 37 personas relacionadas con la trama por sus actividades corruptas en el periodo comprendido entre 1999 y 2005.
El extesorero se enfrenta a 42 años y medio de prisión acusado de asociación ilícita, cohecho, blanqueo, falsedad, apropiación indebida y delitos fiscales por cobrar comisiones que pagaron supuestamente empresarios a la Gürtel a cambio de adjudicaciones de gobiernos del PP, así como de quedarse dinero de una contabilidad paralela del partido.
Entre otras cosas, la Fiscalía atribuye a Bárcenas, que tiene pendiente otro juicio (sin fecha aún) por la pieza de la llamada caja B del PP, haberse embolsado 1.248.561 euros de esas comisiones cobradas de manos de Correa entre 2000 y 2007, y de haberse apoderado de otros 299.650 euros del PP aprovechando «la doble contabilidad instaurada en ese partido».