Los juegos activos problemáticos más frecuentes son las máquinas recreativas con premio --comúnmente llamadas tragaperras--, seguidas de las salas recreativas y los bingos, según concluye el Estudio y análisis de los factores de riesgo del trastorno de juego en población clínica española 2017, coordinado por la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ).
La investigación analiza las características sociodemográficas, clínicas, psicopatológicas y de personalidad de personas con conducta de juego problemático o patológico y que habían solicitado tratamiento en asociaciones o en dispositivos asistenciales públicos de España. Han participado 28 centros, que han aportado un total de 512 participantes.
Las conclusiones del estudio, recogido por Europa Press, apuntan que entre los juegos pasivos problemáticos un número relativamente alto de participantes indican jugar de forma regular a distintas modalidades de loterías. El juego de apuesta a través de Internet es también frecuente, con prevalencias superiores al 23 y próximas al 30%.
Respecto al perfil sociodemográfico, la muestra incluye mayoritariamente hombres, con una media de edad de 43 años, originarios de España (menos de un 5% es procedente de otros países), casados y con un nivel socioeconómico medio-bajo o bajo. De esta forma, los participantes del estudio viven, en su mayoría, en barrios que perciben como seguros y sin problemas relevantes derivados de delincuencia o consumo de drogas ilegales, y refieren una buena convivencia vecinal.
Por otro lado, casi un 60% de los participantes está laboralmente en activo, y un 8% informa de recibir algún tipo de ayuda o prestación social. Sobre la experiencia de acontecimientos vitales estresantes, apuntan una media de seis sucesos a lo largo de su vida, siendo los más frecuentes la pérdida de seres queridos (familiares o amigos) y tener o haber tenido problemas económicos.
En materia de severidad o afectación de la conducta de juego, el 54,8% de los participantes cumple criterios DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría, en su 5ª edición; APA, 2013) para ser incluido en el grupo de trastorno de juego grave.
Según aclaran los investigadores del estudio, este grupo de alta gravedad se caracteriza por jugar con regularidad a más de cuatro tipos de juego distintos, haber acumulado una media de deudas por juego superior a 20.000 euros en el pasado y casi 15.000 en la actualidad.
La muestra presenta una media de edad de inicio próxima a los 21 años, y cerca del 36% de los participantes asegura hacer comenzado a jugar antes de los 18 años. Respecto a la evolución del trastorno, los resultados obtenidos en este estudio sitúan el curso medio en un valor superior a los 20 años.
LA SALUD FÍSICA Y PSICOLÓGICA
Por otro lado, la salud física y psicológica de los participantes ha sido auto-percibida como buena, y un 8% de la muestra informa de problemas sugestivos de patología severa o grave. No obstante, casi un 55% son fumadores, más de un 40% consume alcohol regularmente, cerca del 8% otras sustancias no legales y un 10% fármacos sin prescripción médica.
En este sentido, un 45% de los participantes dice haber consultado con profesionales debido a problemas relacionados con la salud mental a lo largo de la vida, y cerca de un 33% indican haber recibido tratamientos previos por trastornos mentales, sobre todo por depresión y ansiedad.
Asimismo, los resultados del estudio destacan que los niveles de impulsividad registrados en la muestra han sido superiores a los que presentan personas de población general de similar sexo y edad, así como han mostrado en promedio niveles bajos en auto-dirección.
Del mismo modo, en casi un 26% de la muestra se obtuvieron elevadas puntuaciones en evitación al daño, dimensión de temperamento relacionada con respuestas emocionales como el pesimismo, la preocupación, la timidez e la inhibición social, la tendencia a evitar situaciones problemáticas y los conflictos.
El Estudio y análisis de los factores de riesgo del trastorno de juego en población clínica española ha sido coordinado por la Dirección General de Ordenación del Juego y elaborado por un equipo de profesionales vinculados al Hospital Universitario Bellvitge de Barcelona compuesto por Susana Jiménez Murcia, Roser Granero Pérez, Fernando Fernández Aranda y José Manuel Menchón Magriñá.