Más de 50.000 ciudadanos han firmado una petición lanzada en la plataforma Change.org por la que se reclama que las mujeres víctimas de violencia de género puedan ir siempre acompañadas de sus perros de protección, conocidos como 'pepos'.
Los pepos son perros que han sido entrenados para acompañar en todo momento a mujeres que han sido víctimas de violencia de género y protegerlas así de un potencial acercamiento de sus agresores. La Fundación Mariscal financia un proyecto que acoge a las futuras usuarias que van a utilizar un perro como sistema de protección y terapéutico.
Según explica el impulsor de la petición en Change.org, José Caballero, que colabora con algunas mujeres que están acompañadas por estos perros, no se trata de perros de ataque porque la finalidad no es morder sino evitar una posible agresión del maltratador. Por ello, tienen que ser perros grandes pero también sociales y juguetones.
Además, actúan únicamente cuando la usuaria los "activa" a través del arnés que lleva puesto el animal y con el que le da la orden de protegerla. Para acceder a la formación que ofrece la fundación, las mujeres deben tener orden de alejamiento y sentencia en firme y han de haber superado una valoración psicológica previa.
El problema, según precisa Caballero, es que cuando estas mujeres salen de casa con sus perros no pueden acceder a todos los establecimientos pues algunos no permiten la entrada con animales.
Por ello, pide una legislación --en concreto, dirige la petición a la Comunidad de Madrid-- que permita a estos canes entrar en todos los establecimientos, al igual que los perros guía.
"Es increíble cómo estas mujeres pasan de no poder salir de casa por miedo, a por fin sentirse libres gracias a la protección de sus compañeros de cuatro patas", explica Caballero.