El expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González colocó como asesor en la compra por Inassa, la filial suramericana del Canal del Isabel II, de la sociedad brasileña Emissao Engenharia e Construçoes en 2013 -investigada en el 'caso Lezo' y en la que se habrían podido desviar 23,3 millones de euros del patrimonio público madrileño- a una persona de su entera confianza que pudo controlar todas las gestiones e informarle puntualmente del desarrollo de las mismas.
Así se apunta en el auto por el que el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Catellón, instructor de la causa, autoriza el registro de la empresa Jobs and Talent S.L., atribuida a Francisco de Asís Ruiz Muñoz. Esa persona ha sido imputada en la causa y su domicilio también fue inspeccionado por los agentes del Instituto Armado el pasado 23 de noviembre.
Según apunta el juez en su auto, obrante en el sumario de 'Lezo al que ha tenido acceso Europa Press, Ruiz podría haber desempañado un papel importante en la compra de Emissao, una de las operaciones que sirvió de vehículo para el supuesto desvío de fondos públicos.
Según correos electrónicos, documentos y la declaración de otros investigados, como es la exdirectora financiera del Canal María Fernanda Richmond, Ruiz Muñoz apareció de repente como asesor en la compra y no se le conocía de antes.
El también imputado y mano derecha del expresidente en latinoamerica, Edmundo Rodríguez, había apuntado que esta persona fue introducida en el equipo por deseo expreso de González, quien le dijo que se encontraba en paro y «había que ayudarle». NO TENÍA CONOCIMIENTOS FINANCIEROS
Otros investigados han señalado que Ruiz no tenía muchos conocimientos financieros, que su labor la podría haber realizado otra persona ya existente en la plantilla y que se notaba que su interés, además de percibir los honorarios que le correspondieran en Inassa, era el de quedarse de gerente de Emissao una vez dicha sociedad fuese adquirida.
Todos estos elementos parecen señalar, según el juez, que Ruiz podría haber sido designado por González para tener a alguien de su confianza «que en todo momento le proporcionara información y el control total de todos los pormenores que se iban produciendo en el devenir de la operación societaria, todo ello con el fin de asegurarse que ésta tuviera el resultado esperado». TUTELÓ TODA LA OPERACIÓN
Se trataría de otro indicio más para demostrar que el expresidente madrileño proyectó y controló en todo momento la operativa presuntamente delictiva.
Se atribuyen indiciariamente a Ruiz los delitos de prevaricación, malversación, corrupción en los negocios, negociaciones prohibidas a funcionarios y organización criminal. CURRICULUM RECOMENDADO
Por otro lado, en un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil remitido al juez, se deja constancia de esta relación con un correo electrónico que el propio González envió a Edmundo Rodríguez con el asunto 'CV Paco-amigo Belén' y cuyo contenido se corresponde al currículum de Ruiz.
En el texto del email el expresidente madrileño le dice a Rodríguez que se trata del currículum del «ingeniero» que le comentó. La Guardia Civil entiende que en el envío de este correo no es algo aislado y que se integraría dentro de un asunto que habrían tratado con anterioridad.
Posteriormente, Rodríguez se puso en contacto con Ruiz señalándole que un «amigo común» le había pasado su CV y que le gustaría concertar una cita.
El informe comprende también varios correos electrónicos en los que, a juicio de la UCO, se pone de manifiesto «la intervención de Ruiz en la compra de Emissao» así como que éste estaba «supeditado a la anuencia de Ignacio González».
En las conclusiones de este escrito, la Guardia Civil apunta que la aprobación de Ignacio González era «requisito indispensable para que se llevara a cabo el proyecto de compra de Emissao», que fue el que promovió desde su inicio la operación y que «parece haber sido el destinatario de fondos públicos desviados de 1,8 millones de dólares».
En cuanto a Ruiz, «podría haber sido designado» por el expresidente para tener a alguien de «su confianza que en todo momento le proporcionara información y el control total de todos los pormenores que se iban produciendo en el devenir de la operación societaria, todo ello con el fin de asegurarse que esta tuviera el resultado esperado».