España es el cuarto país del mundo con más solicitudes de patentes presentadas por, al menos, una mujer, colectivo que representa el 35% de todas las patentes del país, según informa Clarke, Modet & C° a partir de datos de patentamiento mundial de la Organización Mundial de Propiedad Industrial (OMPI).
Según la compañía de gestión estratégica de derechos de Propiedad Industrial e Intelectual, el país más igualitario en cuanto a solicitudes de patentes es la República de Corea (50%) y China (49%), mientras que el tercer país con más equidad en esta actividad es Polonia (40%).
Por el contrario, las diferencias más acusadas entre ambos géneros en lo que atañe a los principales países de origen del Tratado de Cooperación de Materia de Patente (PCT), se hallan en Alemania (19%), Japón (19%), Italia (18%) y Sudáfrica (16%).
Clarke, Modet & C° atribuye, en parte, estas diferencias nacionales a la especialización de los países en el ámbito industrial, puesto que la participación de la mujer varía en gran medida en los distintos sectores de la tecnología.
Por ejemplo, las mujeres participaron más en sectores relacionados con la biotecnología (58%), mientras que las tecnologías en las que están menos representadas las mujeres son los elementos mecánicos (11%), el transporte (13%), la máquina herramienta (14%) y los motores (15%).
Asimismo, los datos de la OMPI revelan que en casi la mitad (48%) de las solicitudes internacionales de patente presentadas por instituciones académicas figuraba al menos una inventora, en comparación con el 28% en el caso de las presentadas por empresas.
EL DOBLE DE INVENTORAS EN DIEZ AÑOS
A nivel internacional, el grupo destaca el crecimiento de las patentes de mujeres, pues éstas se han duplicado en los últimos diez años, pasando del 16% en 2007 al 30% en 2017.
Según la compañía, hay sectores de patentes donde la igualdad de género es «una realidad» como el de productos farmacéuticos (55%), productos químicos orgánicos elaborados (54%) o la química de alimentos (51%).
Si bien la compañía destaca que, a pesar de los avances, no se espera que haya «paridad real» en este campo hasta el año 2076.