El líder de JxCat en el Parlament, Jordi Sànchez, ha comunicado este jueves por carta a sus compañeros de grupo su «plena disposición para afrontar un debate de investidura» para convertirse en el próximo presidente de la Generalitat de Catalunya.
La misiva, recogida por Europa Press, se ha hecho pública tras otras dos cartas en las que el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y el exconseller Jordi Turull han anunciado que renuncian a aspirar a ser investidos en beneficio del propio Sànchez.
Los tres documentos aclaran algo el panorama para la investidura: JxCat apuesta por intentar investir a Sànchez y renuncia a los otros dos; sin embargo, las posibilidades de éxito no están claras, ya que Sànchez también está encarcelado.
En la carta, Sànchez recuerda que el Parlament ya intentó investirle semanas atrás, pero el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena «optó por impedir la celebración de este debate, que debería ser bien normal en una democracia europea en pleno siglo XXI».
Pese a su investidura resultó fallida entonces, Sànchez esgrime que ahora existe una novedad que abre una «rendija» para ser investido: la resolución del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas del 26 de marzo que pide, como medidas cautelares, que sus derechos políticos sean respetados.
«Proponer mi investidura ahora es una decisión justa jurídicamente y necesaria políticamente. Es evidente que el Estado español no tiene otra opción que hacer respetar la resolución del Comité de Derechos Humanos», concluye el diputado de JxCat.
En la misiva, fechada en la cárcel de Soto del Real, donde se encuentra desde el 15 de octubre de 2017, afirma que no respetar la resolución sería «un escándalo jurídico mayúsculo» y evidenciaría, a su juicio, que España no es una democracia consolidada.
RENUNCIAS
Sànchez explica que es perfectamente consciente y conocedor de que Puigdemont y Turull han renunciado a ser investidos en favor de él, y agradece su «generosidad» y lamenta que también ellos estén injustamente encarcelados.
Cuando en marzo fracasó el intento de investir a Sànchez, su defensa comunicó al Tribunal Supremo la intención de su representado de dejar el acta de diputado y volver a la docencia universitaria; sin embargo, luego lo reconsideró al conocerse la resolución del Comité de la ONU.