De todos es sabido el apoyo de Vox al sector de la caza. Lo expresan sin tapujos en sus propuestas electorales, quizás por suponer un suculento caladero de votos que los de Santiago Abascal no temen en explotar, y que ha provocado que últimamente el PP de Pablo Casado module su discurso en la misma línea para tratar de atraer los mismos hacia sus siglas.
Hasta aquí todo correcto; cada cual sabe entre quién inspira filias y en base a eso articula su estrategia política y comunicativa. Lo que no es tan habitual es el sorprendente guiño de un cazador particular a Vox, que ha indignado a muchos en las redes sociales.
La polémica se inició a raíz de una publicación de los animalistas del PACMA. En ella se mostraba a un cazador arrodillado ante decenas de cadáveres de conejos -casi medio centenar, para ser más exactos-, una estampa bastante tétrica, pues los cuerpos de los roedores forman el nombre del partido que ha irrumpido con fuerza en la escena política nacional después de las elecciones andaluzas.
Este es el caso más llamativo, aunque en las últimas horas se han compartido al menos otras dos fotografías en el mismo sentido: cazadores agasajando las siglas del nuevo partido adalid de la caza.
Así se abre la veda a un nuevo campo de batalla dialéctica entre los defensores de determinadas tradiciones, como la caza o la tauromaquia, y los que rechazan de plano el maltrato animal y más si es por gusto, entretenimiento o diversión. Como siempre en estos casos algunos se sirven del ingenio y la sátira; otros sin embargo son lapidarios y contundentes en sus afirmaciones, como el televisivo Frank Cuesta, entre otros.
Luego cuando no haya conejos, la culpa será de los gatos (como acostumbran a decir recalcitrantes cazadores, a los que asesinan sin piedad y con una crueldad enfermiza), o de los linces (como el que asesinaron a bocajarro recientemente en Córdoba). Eso no es cinegética, eso es crueldad animal pura y dura, y que además un partido político pueda proteger esas matanzas, es simplemente aberrante.