El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que las elecciones generales se celebrarán el próximo domingo 28 de abril.
Poco después de las 09.00 horas dio comienzo en el Palacio de la Moncloa el Consejo de Ministros en el que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comunicó a los miembros del Gabinete la fecha.
Para que las elecciones sean el 28 de abril, el decreto de disolución de las Cortes ha de publicarse en el Boletín Oficial del Estado el 5 de marzo (54 días antes) por lo que ha de aprobarse en el Consejo de Ministros del viernes anterior, 1 de marzo.
La opción del 28 de abril ya ganó enteros de manera clara desde el lunes pasado en el núcleo duro del Gobierno y del PSOE en la reunión habitual de maitines en el Palacio de la Moncloa, a pesar de que la primera semana de campaña coincide con la Semana Santa.
No obstante, el 28 de abril generaba división de opiniones en el seno incluso del propio Gobierno y del PSOE, donde hay quienes veían más oportuno que el presidente convocara después de las municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo.
La ventaja que presenta convocar ya, según coinciden en señalar fuentes del Gobierno y del PSOE, tiene que ver con aprovechar la foto de las tres derechas (PP, Ciudadanos y Vox) en la manifestación del domingo pasado en Colón, que incomoda al partido 'naranja' y que los socialistas perciben como un error de Ciudadanos que les pasará factura porque les aleja del centro, espacio que dejan libre para que el PSOE lo ocupe.
Y también la imagen que se produjo ayer en el Congreso de PP y Ciudadanos votando lo mismo que los partidos independentistas para tumbar los Presupuestos que el Gobierno ha vendido como los más sociales de la historia.
Pero ni siquiera dentro del Ejecutivo todos tienen tan clara esta supuesta ventaja de aprovechar estas imágenes de los últimos días. Hay ministros dentro del Gobierno que opinan que esas instantáneas no van a favorecer al PSOE sino a Vox.
EL RIESGO DE RECIBIR UN VOTO DE CASTIGO
Estas fuentes creen además que, efectivamente, el voto de castigo se lo podría llevar Pedro Sánchez, por lo que no ocultan que se trata de una apuesta arriesgada. Argumentan en este sentido que no es bueno convocar desde una posición de perdedor tras haber sido incapaz de tramitar los Presupuestos.
En cambio, hay quienes opinan que el momento actual también puede resultar propicio para el PSOE porque, con el recuerdo fresco de la ruptura de las negociaciones con los independentistas para aprobar el Presupuesto, resulta más fácil demostrar y explicarle a la ciudadanía que Sánchez no tuvo nunca pactos ocultos con los soberanistas.
Otro argumento en contra de convocar las generales antes del verano que se repite en algunos sectores del Gobierno y del PSOE es la inconveniencia de convocar elecciones con un juicio como el del 'procés' en marcha, en el que se está discutiendo sobre la esencia de lo que es España.
Tener al país con un Gobierno en funciones durante el desarrollo del juicio e incluso para cuando llegue la sentencia no es el escenario más conveniente tras la experiencia vivida con el independentismo catalán, apuntan otras fuentes.
Vuleva a ver la comparecencia de Sánchez pinchando aquí