Hostelería de España ha exigido una rectificación o el cese inmediato del director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, ante su «criminalización» de los bares.
De esta forma se pronunciaban los hosteleros después de que Simón afirmara ayer que la medida que ha tenido un impacto mayor en controlar la transmisión del COVID-19 ha sido cerrar los bares.
«Sé que no es popular, pero la medida que ha tenido un impacto mayor ahora mismo en el control de la transmisión ha sido el cierre de los bares», afirmó el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.
Esta afirmación, según Hostelería de España, no solo es «del todo falsa» según demuestran los propios datos del Ministerio de Sanidad y de las comunidades autónomas, sino que pone de manifiesto una «absoluta falta de responsabilidad», al no tener en cuenta el «fuerte» impacto que pueden tener sobre un sector motor de la economía nacional, que antes de la pandemia aportaba el 6,2% del PIB y daba empleo a 1,7 millones de personas, siendo el cuarto en generación de empleo.
El presidente de Hostelería de España, José Luis Yzuel, se ha mostrado contundente y ha exigido a los diferentes cargos públicos «seriedad en su toma de decisiones y respeto» hacia un sector, que desde un primer momento ha actuado con «absoluta responsabilidad» adoptando todas las medidas de seguridad que se han impuesto.
«Estamos hartos de la criminalización del sector por parte de las autoridades y de estar en el foco continuo de las restricciones, a pesar de que los datos de evolución de la pandemia han demostrado que el cierre de la hostelería no tiene un impacto real», ha señalado.
Según los datos analizados por Foqus a partir del Informe del Ministerio de Sanidad del pasado 4 de diciembre (última actualización disponible), menos del 2,3% de los contagios se produjo en hostelería, frente a la transmisión en reuniones sociales, que continuaba aumentando, siendo el foco en el 15,3% de los casos.
Para Yzuel, estos datos demuestran que cerrar la hostelería no solo no es la solución a la propagación del virus, sino que tiene efectos contraproducentes en la evolución de la pandemia, ya que aboca a otro tipo de encuentros donde el nivel de contagio es mucho mayor.
«La hostelería es la alternativa controlada y segura a otro tipo de reuniones sociales», ha afirmado.
Ante modelos de gestión muy dispares, como puede ser el caso de la Comunidad de Madrid, que ha apostado por la contención del virus sin ahogar la economía, o Cataluña, que optó por el cierre total, los datos demuestran que las curvas son paralelas, sin que el cierre de la hostelería haya supuesto una contención del virus.
Lo mismo ha sucedido en otras comunidades autónomas como Castilla León y Andalucía. En el caso de Cantabria, tras dos meses y medio con los interiores cerrados, la tasa de contagios ha subido un 34%.