Las mascarillas dejarán de ser obligatorias en interiores el 19 de abril, según avanzan varios medios nacionales. La medida será aprobada en el Consejo de Ministros de ese día y, por tanto, se hará efectiva la medida la semana posterior a la Semana Santa. No obstante, habrá excepciones. El tapabocas seguirá siendo obligatorio en residencias de ancianos, hospitales y en el transporte público. Además, se recomienda su uso siempre que se esté cerca de personas vulnerables.
La mascarilla en interiores ha sido la última medida no farmacológica que quedaba vigente tras dos años de pandemia. El propio presidente Pedro Sánchez ya avanzó hace semanas que su fin estaba cerca, aunque no fijó una fecha concreta. Desde el Ministerio de Sanidad, la ministra Carolina Darias se ha mantenido siempre cauta, insistiendo en que se iba a ir «paso a paso, tomando medidas desde la prudencia, desde la progresividad y desde la gradualidad» y advirtiendo de que la medida se aprobaría «cuando las personas expertas que nos asesoran también lo propongan».
El especialista en Salud Pública y Medicina Preventiva, Joan Carles March, considera que «no es el momento de quitar las mascarillas en interiores hasta que no veamos la incidencia acumulada más baja». No obstante, sí ve positivo que se haya esperado para hacerlo a después de la Semana Santa. A su modo de ver, se «debería haber comenzado primero con los escolares, valorarlo en función de resultados y luego avanzar».
El epidemiólogo Maties Torrent siempre ha defendido que se debería esperar a que mejorase el tiempo para quitar esta restricción. «El 19 de abril es después de Semana Santa y esperemos que el tiempos haya mejorado definitivamente », sostiene. Además, añade que es muy importante que haya una buena ventilación, así como que se siga utilizando la protección facial cuando se tenga cualquier síntoma respiratorio