El Consejo de Ministros ha aprobado este martes la subida en un 8% del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), hasta los 1.080 euros al mes en 14 pagas, con efectos retroactivos desde el 1 de enero de este año.
Este incremento fue acordado por el Gobierno, CCOO y UGT el pasado 31 de enero, con el rechazo de las patronales CEOE y Cepyme, que no asistieron presencialmente a ninguna de las dos reuniones que se convocaron para abordar la cuantía de esta renta mínima.
Con el incremento aprobado este martes, el SMI se situará, con efectos desde el 1 de enero de este año, en 15.120 euros anuales, 1.080 euros al mes y 36 euros al día.
En el caso de los trabajadores eventuales y temporeros cuyos servicios a una misma empresa no excedan de 120 días, la cuantía del salario no podrá ser inferior a los 51,15 euros por jornada legal en actividad.
Para los empleados de hogar que trabajen por hora, la hora trabajada se pagará en 2023 a 8,45 euros, resultado de incluir todos los conceptos retributivos, gratificaciones extraordinarias, descansos y vacaciones.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la portavoz del Gobierno y titular de Política Territorial, Isabel Rodríguez, ha destacado que desde que Pedro Sánchez llegó a la Presidencia del Gobierno el SMI ha subido casi un 50%, cerca de 350 euros, y ha subrayado que con su aumento hasta los 1.080 euros se cumple uno de los compromisos que realizó en su discurso de investidura y en el acuerdo de coalición con Unidas Podemos.
Por su parte, la vicepresidenta segunda y titular de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha destacado que, con el alza del SMI hasta los 1.080 euros, que afectará a unos 2,5 millones de trabajadores no amparados por la negociación colectiva, el Gobierno cumple con su compromiso de legislatura de situar esta renta mínima en el 60% del salario medio español, como establece la Carta Social Europea.
«El Gobierno cumple con sus compromisos de programa. Cumplimos con el acuerdo de gobierno y con el compromiso del 60% recogido en la Carta Social Europea (...) Hoy también estamos cumpliendo con Europa», ha subrayado la vicepresidenta segunda.
Díaz ha resaltado además que el SMI «es una variable que permite cambiar la vida de la gente», de forma que su ascenso hasta los 1.080 euros al mes permitirá, por ejemplo, que una madre compre pescado o fruta de temporada a sus hijos.
La vicepresidenta segunda ha subrayado además que el SMI tiene «una afectación muy fuerte» en el consumo y la demanda interna, dinamiza la economía y supone «la mejor herramienta para combatir la pobreza laboral y para avanzar en la igualdad retributiva» entre mujeres y hombres.
«La herramienta más feminista y para mejorar en derechos sociales de las mujeres se llama SMI», ha dicho Díaz, tras recordar que mujeres y jóvenes serán los más beneficiados por la subida del SMI a 1.080 euros mensuales.
Al mismo tiempo, la titular de Trabajo ha destacado que el SMI también tiene «bondades transversales» en el ámbito social, pues tiene un «impacto clave» en la pobreza infantil, en la esperanza de vida y en la salud mental. «Si uno tiene un salario un poquito mejor, tiene más tranquilidad para poder pagar las facturas», ha indicado.
La vicepresidenta segunda ha negado el «mantra neoliberal» de que la subida del SMI destruye empleo y ha agradecido a los agentes sociales su trabajo en el diálogo social, incluso a la CEOE, que aunque no se sentara en la mesa de negociación del SMI, «hizo propuestas».
Llamamiento a los agentes sociales para un nuevo acuerdo de convenios
Díaz ha aprovechado su intervención para volver a pedir a sindicatos y, sobre todo a los empresarios, que se sienten a negociar un nuevo acuerdo de negociación colectiva para subir los salarios en España.
«Hago un llamamiento a los agentes sociales. Nosotros hemos cumplido con la subida del SMI, pero los agentes sociales deben tomarse en serio la necesaria compensación del poder adquisitivo de las rentas salariales», ha subrayado la vicepresidenta, que ha insistido en que la crisis «no la están causando los salarios».
La subida del SMI en un 8% acordada entre el Gobierno, CCOO y UGT para este año es la más elevada desde 2019, cuando esta renta mínima se revalorizó un 22,3%. En 2020, la subida fue del 5,6% y se prorrogó durante 2021, hasta que en septiembre de ese año se aprobó un nuevo aumento del 1,6%, de aplicación a partir del 1 de ese mes hasta el 31 de diciembre de 2021. En 2022, el SMI subió un 3,6%, hasta los 1.000 euros en 14 pagas.
La cifra pactada entre el Gobierno y los sindicatos para este año se encuentra algo por debajo de la banda alta recomendada por la Comisión de Expertos a la que Trabajo encargó los estudios del SMI. El informe presentado por esta Comisión estableció una horquilla de subida para 2023 de entre el 4,6%, hasta los 1.046 euros, y el 8,2%, hasta los 1.082 euros.
El monto final también resulta algo menos ambicioso de lo que pedían los sindicatos. UGT reclamaba un SMI de 1.100 euros mensuales, mientras que CC.OO. se movía entre esos 1.082 euros de la banda alta de los expertos y los 1.100 euros.
Aunque la CEOE no acudió a ninguna de las dos citas convocadas por Trabajo, envió un documento a la mesa de negociación en el que planteaba una subida del 4% para el SMI de 2023 y exigía que se revisara la situación del campo y los contratos de las empresas privadas con las administraciones públicas.