La portavoz nacional de Ciudadanos, Patricia Guasp, considera que la fuga de cargos 'naranjas' al PP es «transfuguismo» si los que se han ido mantienen sus actas, y por tanto «una forma de corrupción política» que debería penalizarse. Además, afea al PP basar su política de fichajes en esta práctica: «No es jugar limpio», remarca. La convocatoria de las elecciones del 28M ha acelerado la 'sangría' de abandonos y bajas de Ciudadanos en todo el territorio español. El último ejemplo son los concejales madrileños Pepe Aniorte y Ángel Niño, que se han dado de baja de la formación 'naranja', entre rumores de fichaje por parte del PP.
Tras la dimisión de Albert Rivera por la debacle de las generales de 2019 ya hubo una primera oleada de bajas en Ciudadanos, pero la crisis de Murcia agravó la situación y desde entonces se han ido intensificado las fugas, animadas por la política de fichajes del PP. La dirección de Pablo Casado captó a Fran Hervías, que había sido responsable de Organización de Rivera, y durante meses fueron reproduciéndose los trasvases a las filas populares.
El trasvase de concejales de Ciudadanos a otros partidos es muy común, siendo el PP el destino principal, aunque no el único. Pese a la multiplicidad de ejemplos, los datos que maneja la dirección de Ciudadanos muestran que sólo el 5 por ciento de las personas que han abandonado la formación durante los últimos años se han pasado al PP, y de ellos sólo un 0,3 por ciento lo ha hecho en la etapa de Alberto Núñez Feijóo como presidente 'popular'.
Pero el actual equipo de Génova maneja cifras más elevadas. Lo último que mencionó Feijóo fue 166 cargos de Ciudadanos incorporados al PP, y eso fue hace más de un mes, antes de que el partido naranja hubiese completado la designación de cabezas de lista y cuando el goteo de bajas no ha cesado. Lo máximo que reconoce el equipo de Patricia Guasp y Adrián Vázquez son 160 fugas. Guasp deja claro que estas fugas son transfuguismo si son cargos que mantienen su acta. «Es una forma de corrupción política», recuerda, subrayando que «no entiende» cómo el transfuguismo se «ha dejado de penalizar» en España y que haya un partido, en alusión al PP, que base su política de fichajes en esta práctica. «No es jugar limpio, en absoluto», lamenta.
No le constan salidas en el seno del grupo del congreso
En este escenario cobra especial importancia el mejor y casi único escaparate que tiene Ciudadanos: su grupo parlamentario en el Congreso. A mediados de febrero, miembros del grupo parlamentario 'naranja' evidenciaron su pesimismo ante las elecciones de mayo y lamentaron que el partido no tiene oportunidad de sacar buenos resultados, según fuentes del propio grupo, que también destacaron el malestar interno en aquel momento.
El grupo no se salvó de la división generada en el turbulento proceso de refundación que culminó en enero y quedó partido tras el choque entre Inés Arrimadas y Edmundo Bal. Siete e los nueve diputados apoyaron al ex vicesecretario general en su pugna por el liderazgo del partido. Bal fue revalidado como portavoz adjunto pero la dirección le puso por encima un coordinador, Guillermo Díaz, único diputado que estuvo al lado de Arrimadas. Ante ello, en el grupo parlamentario hay diputados que tienen decidido no volver a presentarse a las elecciones generales e incluso algunos barajan abandonar su acta en próximas semanas o meses para regresar a la actividad privada.
Sin embargo, Guasp resta importancia a estas informaciones y señala que no dispone de información sobre posibles bajas en el grupo parlamentario. En esta línea, se limita a recordar que la semana pasada visitó la Cámara Baja para registrar la propuesta de Ciudadanos para regular la gestación subrogada en España y, ante los medios de comunicación, apareció arropada de los diputados 'naranjas'.
Arrimadas es «el presente» del partido
Requerida por el papel actual de Arrimadas, que sigue ejerciendo el cargo de portavoz parlamentaria de Ciudadanos en el Congreso y participando en los grandes debates parlamentarios, Guasp señala que, lejos de ser «el pasado» del partido es «el presente». De las críticas que recibe la expresidenta de Ciudadanos por «no haber dado un paso al lado» realmente, Guasp sostiene que esos «juicios» ya pertenecen al pasado. Guasp rehúsa clarificar si será la candidata 'naranja' a la Presidencia del Gobierno en las generales de diciembre, aunque sí adelanta que se considera «legitimada» para continuar siendo la líder de su formación independientemente de si, como candidata en Baleares, obtiene malos resultados el próximo 28 de mayo.
Como ganadora de las primarias de Ciudadanos en el proceso de refundación, Guasp es la candidata natural del partido para las generales. Aún así, los nuevos estatutos de la formación 'naranja' disponen la celebración de otra elección interna para determinar a su candidato de diciembre. Por el momento, a Guasp no se le conocen contrincantes, aunque los nombres de Inés Arrimadas --que nunca ha concurrido a unas generales-- y Edmundo Bal suelen salir en las quinielas. «No es el momento de hablar de las generales», señala la líder 'naranja', haciendo hincapié en que el partido está centrado en las elecciones municipales y autonómicas, una prueba de fuego para la supervivencia de Ciudadanos. «Máximo respeto a las elecciones que tenemos por delante, ahora mismo partido a partido», recalca.
Además, desliga los futuros resultados electorales en Baleares de su futuro al frente de Ciudadanos. Según Guasp, «no tiene nada que ver» porque ella ha sido designada como líder 'naranja' en un proceso en el que han decidido los afiliados. «A mí me han elegido los afiliados de mi partido que me dan esa legitimidad para seguir siendo la portavoz nacional independientemente de los resultados de estas elecciones autonómicas», aclara. Sin embargo, se muestra «convencida» de que Ciudadanos será «decisivo» en Baleares tras el 28M.
Su ejecutiva, la de la unidad
Guasp también hace referencia a la división generada en Ciudadanos en el proceso de refundación. La portavoz nacional destaca que la «unidad» reina ahora en el seno del partido y se congratula de que haya sido su Ejecutiva la que la haya hecho posible. «No es que se haya impuesto la unidad, sino que esa unidad la ha generado esta nueva dirección», que ha logrado «consenso en torno a un proyecto que está ilusionando muchísimo», valora. Y se ha conseguido, dice, gracias «a darle la vuelta al partido». En general, la portavoz 'naranja' se muestra optimista respecto al futuro de Ciudadanos y resalta cierta tendencia alcista en las encuestas. «Vamos a darle la vuelta a España», resume.