Leonor de Borbón jura este martes la Constitución en el Congreso de los Diputados el día de su 18 cumpleaños, una ceremonia que representa el hito más importante de su trayectoria institucional y pavimenta el camino para que algún día se convierta en reina. El juramento tiene como eje central la sesión solemne ante las Cortes Generales (11.00 horas), con la presencia de diputados y senadores, y se completa con otro acto en el Palacio Real, donde Felipe VI impone el Collar de la Orden de Carlos III a su heredera (13.30). Tras recibir la principal condecoración civil que concede el Gobierno, la heredera va a pronunciar su primer discurso con mayoría de edad, y posteriormente hay un almuerzo con las principales autoridades del Estado.
Una vez que acate la Constitución y fidelidad al rey ante la sede de la soberanía nacional, Leonor de Borbón está legitimada para suplir a su padre en caso de fallecimiento, abdicación o incapacidad, sin necesidad de que haya una regencia, por lo que simboliza la continuidad dinástica. «Es un acto de enorme transcendencia institucional, simbolismo histórico y compromiso personal», le recordó Felipe VI a su hija en su discurso en los Premios Princesa de Asturias en Oviedo el pasado día 20. En ese mismo evento, la heredera aseguró: «Entiendo muy bien y soy consciente de cuál es mi deber y de lo que implican mis responsabilidades».
El juramento de Leonor de Borbón en el Congreso tiene un guion muy parecido al del príncipe Felipe en 1986, el único precedente que hay en democracia. En el acto parlamentario, solo interviene la presidenta de la Cámara Baja, Francina Armengol, y, a continuación, la princesa lee la fórmula del juramento que establece el artículo 61 de la Carta Magna, cuyo ejemplar es el mismo de hace 37 años. «Juro desempeñar fielmente mis funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y de las comunidades autónomas y fidelidad al rey», va a recitar la heredera.
En el estrado presidencial van a estar los reyes, la infanta Sofía, así como el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, la del Congreso, el del Senado y los miembros de las Mesas de ambas cámaras. En el Palacio Real, antes de intervenir Leonor de Borbón, lo hará Sánchez como paso previo a la imposición del Collar en el Salón de Carlos III. Del Salón de Carlos III se pasará al del Trono, donde la familia real saludará a los 150 invitados al almuerzo en el Comedor de Gala, a quienes Felipe VI dirigirá unas palabras.
En 1986, Juan Carlos I fue testigo de los dos actos institucionales, pero la Casa del Rey ha considerado inadecuada su presencia en ellos tras su marcha de España y solo asistirá a la celebración familiar privada por el 18 cumpleaños con la que se cerrará la jornada en el Palacio de El Pardo, al igual que la reina Sofía. Al margen de la ausencia del emérito, el hemiciclo presenta un aspecto muy diferente al de hace 37 años, puesto que no acuden a la ceremonia los diputados de Junts, ERC, PNV, EH Bildu, Podemos, IU y BNG como gesto de rechazo a la monarquía.
También hay huecos en la bancada azul del Gobierno, en esta ocasión en funciones, puesto que tampoco van a estar las dos ministras de Podemos, Ione Belarra e Irene Montero, y el de IU, Alberto Garzón. Sí van a estar la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, con otros cargos de su plataforma «por respeto institucional y a la ciudadanía», aunque remarcando su ideología republicana. El capítulo de quienes han rechazado estar lo completan el lehendakari, Iñigo Urkullu, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, después de que en 1986 sí estuvieran sus antecesores, José Antonio Ardanza y Jordi Pujol, respectivamente. Alrededor de 900 agentes de la Policía Nacional van a conformar el dispositivo de seguridad de los dos actos institucionales, que se verá reforzado con las medidas antiterroristas vigentes.