La líder de BComú en el Ayuntamiento de Barcelona y exalcaldesa, Ada Colau, se ha despedido este viernes del pleno del Consistorio, del que deja de ser concejal, y ha dicho que es «bueno cambiar, moverse, refrescar ideas e impulsar proyectos nuevos».
Colau ha hecho su discurso de despedida al finalizar el pleno, acompañada por su madre, después de ser la primera mujer al frente del gobierno de Barcelona, desde 2015 hasta 2023, sobre lo que se ha mostrado agradecida: «El principal agradecimiento tiene que ser para esta ciudad valiente, pionera, innovadora que votó a la primera mujer alcaldesa».
Ha destacado que «han sido muchos años en esta casa para alguien que no venía ni de un partido político ni de una institución», y ha considerado que es bueno no seguir ni en las instituciones ni en general en los sitios por inercia, en sus palabras.
Además, ha lamentado las «campañas de desprestigio» contra ella, aunque ha seguido hacia delante y nadie ha lanzado la toalla, textualmente.
CIUDAD "IRREVERENTE"
Colau ha calificado Barcelona de «ciudad mágica, valiente, irreverente», con una trayectoria activista y que venía acompañada de un grupo que era una anomalía del sistema, ha dicho, en referencia a BComú.
Ha lamentado que lo que «menos está a la altura» de Barcelona son sus élites, que la han decepcionado, textualmente, y las ha tildado de provincianas, mediocres y avariciosas.
Además, en referencia a sus inicios en el consistorio, la exalcaldesa ha destacado que «hacía tiempo que en Barcelona no había un modelo de ciudad de futuro para afrontar nuevos retos que hacía tiempo que no se afrontaban, como las desigualdades, la contaminación, la masificación turística, la especulación inmobiliaria».
Ha afirmado que con su modelo de ciudad los Comuns vieron que tenían que «tocar privilegios» y enfrentarse a algunas élites muy potentes, en sus palabras, que no estaban acostumbradas a que nadie les dijese nada ni les pusieran límites, y empezó la guerra sucia, ha dicho.
SU TRAYECTORIA
También ha hecho un repaso de las políticas impulsadas por ella y los Comuns durante sus dos mandatos, como las 'supermanzanas', los ejes verdes, la unión del tranvía por la Diagonal, los presupuestos participativos y el impulso de viviendas de alquiler social, entre otras: «Se han hecho muchísimas cosas que nos decíamos que eran imposibles».
Ha bromeado con el actual alcalde, Jaume Collboni, a quien le ha dicho que les «tendría que dar las gracias por no tener que pasar la vergüenza de tener el busto de monarca corrupto detrás», en referencia al busto del rey emérito Juan Carlos I ubicado en la sala de plenos del Ayuntamiento.
Colau también ha celebrado que Barcelona es la primera ciudad que rompió relaciones con Israel y ha pedido a Collboni que «no solo respete este legado y lo mantenga, sino que lo extienda a toda relación económica».
Por último, ha agradecido a las mujeres en general y, en concreto, a su madre, que le ha enseñado sus valores éticos y «lo que realmente importa», y a su amiga y compañera en el Ayuntamiento Vanesa Valiño.