Este miércoles día 28 de mayo se cumple un mes del masivo apagón en la España peninsular y Portugal que dejó sin suministro eléctrico, durante horas, a millones de ciudadanos, un episodio sin precedentes cuyas causas todavía se desconocen pero del que han ido trascendiendo diversas certezas.
La primera, en la que parece haber consenso, es que el incidente se produjo no por un único incidente sino por un cúmulo de ellos, que desencadenó ese inédito cero eléctrico; la segunda, avanzada por el Gobierno, es que no se debió ni a un problema de cobertura, ni de reserva, ni del mallado de las redes.
Tampoco a un ciberataque a las instalaciones del operador del sistema, Red Eléctrica, una hipótesis que sobrevoló la opinión pública desde el momento mismo del apagón. Además, según señaló la ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, no han aparecido, hasta el momento, indicios de ciberataque en los centros de control, esas instalaciones aguas abajo que también se están monitoreando.
Investigación
Descartes al margen, las investigaciones en marcha continúan sin concluir qué motivo concreto sumió a la península ibérica en este episodio. Y es que hay que analizar miles de millones de datos –admite el sector– antes de conocer la anatomía de ese instante en el que el sistema eléctrico peninsular se fundió a negro.
Aagesen ha repetido en diversas ocasiones que no hablará de hipótesis hasta que los análisis arrojen datos concluyentes y se avance en la investigación, algo que puede tardar meses, y ha evitado dar una fecha concreta.
Mientras el comité de análisis, con sus dos subgrupos de trabajo, continúa reuniéndose, la red europea de gestores de redes de transporte de electricidad (Entso-e) informó de que media hora antes del apagón observaron «dos periodos de oscilaciones de potencia en la zona síncrona de Europa continental», que se produjeron a las 12.03 y a las 12.07 horas.
Por su parte, Aelec –la asociación que agrupa a grandes eléctricas como Iberdrola, Endesa y EDP– publicó el pasado día 20 un comunicado en el que pedía que la investigación sobre el apagón eléctrico incluyera las variaciones «extremas y generalizadas» de tensión en la red durante la mañana de ese día y de jornadas previas, como el 22 y 24 de abril.
Aelec se refirió concretamente a variaciones que provocaron la desconexión automática de instalaciones de generación y de clientes, y cita el caso de la refinería de Cartagena (Murcia) y de líneas de alta velocidad de ADIF con «repercusión mediática».
Tras este comunicado, fuentes de Red Eléctrica señalaron que es constatable que los valores de tensión antes del incidente no excedieron los valores admitidos por la normativa e incide que no puede establecerse una correlación con días previos ya que responden a configuraciones diferentes del sistema eléctrico. El debate sobre las causas del apagón ha llegado también al terreno político, con la comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Congreso y de la ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, en el Congreso y en el Senado.
Los partidos han reprochado al Gobierno no disponer de más información a estas alturas, mientras que el Ejecutivo insiste en la complejidad de las investigaciones. El Gobierno ha defendido su compromiso con las energías renovables.
Por su parte, la ministra de Ciencia, Diana Morant, aseguraó que «cuando se sepa la verdad» sobre qué provocó el apagón «se dará» esa información: «Aquí no se va esconder la verdad y desde luego no hay ninguna conspiración». Enfatizó que «los conspiranoicos tendrán al Gobierno enfrente».