BIOPARC Valencia ha sido testigo, en noviembre de 2025, del primer nacimiento de un rinoceronte blanco en sus instalaciones, un acontecimiento de gran relevancia. La rinoceronta Kwanza dio a luz a su cría, marcando un hito significativo para el parque y ofreciendo una nueva esperanza para el programa de conservación de esta especie en peligro. Las primeras horas tras el parto, observadas con la debida cautela, han generado optimismo gracias al comportamiento atento de la madre primeriza y la vitalidad del recién nacido, que instintivamente buscó el calor y la leche materna.
El esperado parto de Kwanza tuvo lugar en la tarde de ayer, martes 4 de noviembre de 2025, tras 491 días de gestación. Este suceso no solo representa un logro para el BIOPARC Valencia, sino también un rayo de esperanza para la conservación de los rinocerontes blancos. El equipo técnico del parque, que siguió el proceso con gran expectación, celebró el nacimiento con gritos de alegría, abrazos y algunas lágrimas. Los datos hormonales previos ya anticipaban el evento, y la mañana transcurrió en una tensa espera. Desde las pantallas que monitorizaban el recinto interior, donde Kwanza permanecía por seguridad, cada movimiento de la rinoceronta era interpretado como una señal. La inquietud de la madre y la aparición de la placenta confirmaron el inicio del alumbramiento, y tras lo que parecieron horas, la vida se abrió paso.
Este nacimiento, el primero de un rinoceronte blanco (Ceratotherium simum simum) en el parque, es un acontecimiento crucial para la especie en peligro de extinción, gravemente amenazada por la caza furtiva de su cuerno. Constituye un éxito rotundo para el personal de BIOPARC Valencia, que lleva 18 años dedicando su esfuerzo y conocimientos científicos al Programa Internacional de Conservación de esta especie, en el que el parque participa activamente.
Tanto el alumbramiento como las horas iniciales se han desarrollado con total normalidad. La madre ha mostrado un comportamiento ejemplar, brindando todas las atenciones necesarias a su cría, que se ha revelado vivaz, logrando levantarse a los pocos minutos de nacer y buscando instintivamente el calor y refugio materno. La vigilancia del "bebé rinoceronte" se mantiene a distancia y de forma no invasiva, lo que ha permitido confirmar que la lactancia se ha iniciado correctamente. Los especialistas solo han intervenido para asegurar el confort del espacio, añadiendo paja y otros elementos esenciales.
Las primeras jornadas son determinantes, por lo que se aplica la máxima serenidad y cautela, manteniendo una supervisión constante de la evolución de la madre y la cría. Por ahora, permanecerán en sus habitáculos, a la espera de su futura integración con el resto del grupo de rinocerontes, compuesto por Martin, el macho y padre de la cría, y las hembras Nombula y Ami. Cabe destacar la excelente dinámica social del grupo, formado en 2023, que propició cortejos y montas exitosas, culminando en este primer embarazo y su feliz desenlace.
Un detalle curioso que no ha pasado inadvertido es que el nacimiento se produjo bajo el influjo de la luna llena. Aunque las analíticas confirman los datos empíricos, la cercanía del plenilunio parece haber jugado un papel, como ya sucedió con la elefanta Makena, que este domingo 9 de noviembre de 2025 cumplirá tres años. Su nacimiento, al igual que el de varias cebras, también coincidió con una luna llena. Así, la luna de Valencia brilló con intensidad ayer, martes 4 de noviembre de 2025, anticipando la superluna de hoy, la más grande de 2025.