La necesidad de alargar la vida de los alimentos para que no se desperdicien es un tema a la orden del día para muchas personas y la opción más rápida es meterlos en la nevera. Aun así, según la experta en tecnología Amparo Gamero, profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), asegura que esto «no es la opción más recomendable».
En concreto destaca cinco alimentos. Para empezar, el pan no necesita prolongar su frescor y meterlo en la nevera hace que pierda la calidad. Además, Gamero apunta que puede favorecer a que salga moho por la humedad.
El siguiente alimento es el chocolate. Aunque es común meterlo en la nevera para que no se derrita, sobre todo en verano, la emulsión de la grasa de este producto puede ser alterado por el frigorífico y alterar su suavidad y cremosidad.
Los ajos son otro de los alimentos que no se deben conservar en un lugar muy frío, puesto que germinan con gran rapidez y esto provoca un sabor amargo más intenso. «La despensa suele ser un buen sitio para guardarlos, a una temperatura aproximada de 15 grados, siempre que estén alejados de las patatas, ya que los ajos y las cebollas emiten gases que pueden acelerar la germinación de las patatas», indica la experta.
El cuarto producto son los plátanos. Muchas veces los compramos verdes y refrigerarlos antes de tiempo puede hacer que se queden duros y sin sabor, ya que la nevera altera el proceso de maduración de forma considerable.
Por último, el café en la nevera, tanto en grano como molido, absorbe la humedad y pierde su aroma y sabor. Lo mejor es meterlo en un recipiente hermético en un lugar fresco y seco.