Habitantes de Can Rova II colaboraron inicialmente este miércoles por la mañana en el desalojo pacífico del campamento chabolista sacando sus cosas. Con mucha incertidumbre por saber qué iba a pasar tras la presentación de esa solicitud judicial de suspensión, dejaron de sacar sus enseres personales. Ante los medios de comunicación narraban algunas de sus situaciones personales. Como en el caso de Richard, un habitante de Can Rova II que calificó el desalojo como «un problemón para todos; a un compañero le han llamado a su trabajo para decirle que viniera a sacar sus cosas». Afirmó que estaba preocupado, pero no tanto por él sino por su familia: «No me preocupo tanto por mí sino por mi familia; tengo tres hijos escolarizados y es el segundo desalojo que viven en menos de un año», pues él y su familia vivían antes en Can Rova I, que fue desalojado el verano pasado. Richard insistió en que, como él, estaban «sorprendidos» por el desalojo e insistía en que no había llegado notificación porque «no había nada en el buzón».
Finalmente, el Juzgado Contencioso Administrativo número 1 de Palma admitió la solicitud del abogado de los moradores de Can Rova para paralizar el desalojo por cuestiones de vulnerabilidad. Ante esta decisión judicial, el Ayuntamiento de Santa Eulària tiene cinco días hábiles para presentar un recurso de reposición.
Vila
Por otra parte, el Ayuntamiento de Eivissa informó este miércoles que había puesto a disposición del Consistorio de Santa Eulària dos plazas de emergencia social temporal para desalojados vulnerables de Can Rova 2. El alcalde de la capital ibicenca, Rafael Triguero, y la concejala de Bienestar Social, Lola Penín, celebraron una reunión de coordinación con el director de Bienestar Social y la Policía Local para coordinar las actuaciones previstas con motivo del desalojo de este asentamiento ilegal, así como acordar continuar con las inspecciones en los aparcamientos disuasorios de la ciudad.
Tres hijos y no tienes los h.... de ir a la península tras una vida digna para ellos... con pueblos que ofrecen el alojamiento gratis y trabajo para familias con niños que ayuden a que las escuelas sigan en marcha... ¡Ah, claro, que no podrias decir que vives en Ibiza! Por cierto, en la foto veo una casa de madera bastante sólida, pronto empezarán con el ladrillo.