El tabaco es una sustancia nociva para la salud, así como lo es el vaper, un dispositivo con sabores que se ha hecho muy popular estos años, sobre todo entre los más jóvenes. Muchas personas, conocedoras de que esto no trae ningún bien para la salud, quieren dejar de lado este hábito, pero puede llegar a ser muy difícil porque están adictos.
Cabe destacar, que algunas personas sustituyen el tabaco por el vaper creyendo que es mejor, pero no hay ningún estudio que demuestre esto. «No hay ninguna base científica para afirma que el cigarrillo electrónico es menos nocivo, por diferentes motivos. El primero es que hay pocos estudios específicos que valoren el daño de vapear; aún menos estudios a largo plazo porque es un fenómeno relativamente reciente si se compara con el consumo del tabaco», explica el experto en tabaquismo y profesor de Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Antoni Baena. Asimismo, el vaper puede ser una puerta de entrada al tabaquismo tradicional.
Es por todos estos motivos que la mejor opción es dejar de fumar cualquier tipo de tabaco, ya sea común o electrónico. El experto por ello da diferentes consejos para dejar de lado este hábito:
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Tener clara la motivación y el objetivo de dejarlo: mejorar la salud y evitar una adicción
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Fijar una fecha para empezar y tirar todo lo que se tenga para fumar o vapear
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Identificar los momentos, las emociones y las situaciones que favorecen el hábito e, inicialmente, evitarlos hasta tenerlos controlados.
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Buscar ayuda profesional, sobre todo, o de familiares y amigos
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Consultar con un profesional de la salud el uso de tratamiento de primera línea para abandonar el tabaco (farmacológicos y psicológicos)
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Romper rutinas mantenerse ocupado y distraído
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Hacer deporte para darse cuenta de las mejoras físicas que dejar de vapear o fumar aportan a la salud
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Felicitarse el esfuerzo
«Si se tuviesen que escoger cinco motivos para dejar de vapear, el primero sería que vapear tiene un impacto directo, rápido y claro sobre la salud. El segundo es que muchos líquidos contienen nicotina, aunque no lo indiquen, ya que no existe una regulación y control estrictos, de manera que claramente provocan adicción. El tercero es que se desconoce el impacto a largo plazo del uso de vapers, por lo que, cuanto antes se abandone el hábito, mejor. El cuarto es el impacto ecológico de los cigarrillos electrónicos, que cada vez es más grande, especialmente en el momento en que han aparecido los de un solo uso. Finalmente, no ayudan a dejar de fumar, solo favorecen el consumo dual», concluye el experto.