Es uno de los juguetes o entretenimientos de moda entre los niños de medio mundo y hoy sabemos que también puede ser un peligro. Se llama slime, lo que generaciones anteriores conocían como blandiblú. Se puede comprar sobre todo en papelerías por un precio asequible, unos pocos euros, aunque muchos niños prefieren acercarse a uno de los miles de tutoriales que llenan Youtube y probar a fabricarlos en casa como parte del juego. Y ahí está el peligro, en sus ingredientes.
Esta pasta pegajosa está de moda y personalizarla supone ponerse en contacto con todos sus ingredientes básicos, pero no todos ellos son inocuos. En el año 2017, el tutorial más buscado en Google fue cómo fabricar slime, y ahí sigue en 2018, en el top five.
La OCU ha alertado en los últimos días de los riesgos que puede suponer el slime, concretamente el ácido bórico que se utiliza para su fabricación. Dicha sustancia, que se utiliza como blanqueante, es un producto habitual en muchos productos de limpieza y otros de farmacia, y puede provocar intoxicaciones gastrointestinales por ingesta o lesiones cutáneas y quemaduras químicas en la piel por contacto.
Hace unos días, un colegio de Málaga fue el primero en prohibir que los alumnos lleven al centro este juguete, según informó el diario Sur. Aunque también varios colegios de Galicia también han dado la alerta entre los padres de sus alumnos sobre la peligrosidad de este juego. Fuera de España, las advertencias de peligro se han extendido por diversos países.
El comunicado de la OCU ha puesto en el punto de mira a este producto en España, aunque en el último año varias madres han compartido en las redes sociales los efectos que ha tenido la manipulación del ácido bórico en sus hijos, con quemaduras importantes de segundo y tercer grado, como fue el caso de una pequeña en Manchester.