La mezcla entre una tormenta y un incendio provocó la pasada semana un peculiar fenómeno en Arizona: un inquietante río de lodo negro que pudo ser grabado en vídeo.
Como recoge Science Alert, los hechos ocurrieron el pasado 15 de julio. Se juntaron dos hechos: un incendio provocado por una tormenta eléctrica, que afectó a 48.377 hectáreas de terreno, así como unas lluvias torrenciales.
El suelo afectado por el incendio se quedó carbonizado e incapaz de absorber el agua de las lluvias, así que se creó un enorme flujo de lodo negro, cuyo color se debe al hollín y a las cenizas.
Este lodo va avanzando por las vías fluviales de la zona, y además arrastra cantidad de materiales que pueden provocar daños en las infraestructuras naturales y artificiales de la zona.