La época de otoño y las recientes lluvias son sinónimo del comienzo de la temporada de recolección de setas, que proliferan en estas fechas y hace que los bosques se llenen de personas en busca de los mejores ejemplares.
Así, una duda muy recurrente sobre este tema es, sin duda, cuál es la diferencia entre hongo y seta.
La definición estricta de hongo, según la RAE es: «Ser vivo heterótrofo, carente de clorofila, hojas y raíces, que se reproduce por esporas y vive parásito, en simbiosis o sobre materias orgánicas en descomposición». Por su parte, la Real Academia define las setas como: «Cualquier especie de hongo, comestible o no, con forma de sombrilla, sostenida por un pedicelo».
De este modo, aunque normalmente se cree que la seta y el hongo son lo mismo, de las definiciones se extrae la conclusión de que las setas constituyen cualquier especie de hongo.
Todos los hongos están formados por una parte no visible, el micelio, y otra parte visible, que puede que aparezca o no. Esta parte visible es la seta. Por lo tanto, el hongo es la parte que se encuentra bajo tierra y a raíz del cual puede surgir o no la seta.
Para entenderlo, en comparación con un árbol frutal, el hongo sería el propio árbol y las setas serían el fruto de ese árbol.