Los cítricos como el limón contienen importantes propiedades por su composición nutricional que resultan beneficiosas para la salud del organismo. Originario de China e India, el limonero es el árbol de la familia de las rutáceas que produce el limón en su fruto y una de sus grandes ventajas es que está disponible para su consumo durante todo el año.
Como destaca la Fundación Española de la Nutrición (FEN), el limón es fuente de vitamina C, ácidos orgánicos y flavonoides, pero además contiene una importante cantidad de minerales como el potasio y posee una gran capacidad antioxidante, imprescindible para evitar el estrés oxidativo de las células.
Es cierto que existen diferentes variedades de limón que varían principalmente en el tamaño y en el color, aunque en España el más consumido es el amarillo y grande de piel rugosa. Apenas contiene 44 kilocalorías por cada 100 gramos consumidos y cerca del 90% de su composición es agua. Sin embargo, destaca su aporte vitamínico que contribuye a la defensa del sistema inmunológico para la prevención de patologías.
Por ello, al tener propiedades antibacterianas y antivíricas, suele consumirse como remedio natural frente a infecciones, como un resfriado o una gripe. También contiene ácidos orgánicos, especialmente cítrico y "en menor cantidad «málico, acético y fórmico», añaden desde la FEN.
Su aporte de fibra es destacable, principalmente soluble como la pectina, por lo que mejora los procesos digestivos y el estreñimiento. «Los componentes más interesantes del limón son los fitonutrientes», subraya la FEN, y en concreto los limonoides que «se encuentran localizados en la corteza».