Yosuke Tanaka y su esposa Miki, que llevan adelante un negocio de buceo en la ciudad japonesa de Toyooka, en la región de Hyogo, fueron avisados de la presencia en la zona de un calamar gidante por un pescador.
Ambos acudieron hasta el punto donde el animal había sido avistado. «Ahí estaba. Era un calamar enorme», dijo Yosuke Tanaka a AFP en declaraciones recogidas por La Vanguardia. «No vimos los tipos de movimientos ágiles que normalmente muestran muchos peces y criaturas marinas», dijo. «Sus tentáculos y aletas se movían muy lentamente».
El tamaño del animal y sus enormes ojos eran imponentes, y Tanaka explicó que estaba imaginando el poder que usan los calamares para atacar a las ballenas, que se encuentran entre sus principales depredadores. «Pude ver sus tentáculos moviéndose. Pensé que sería peligroso que me agarraran con fuerza y me lo llevaran a alguna parte».