La conjuntivitis es la inflamación de la conjuntiva, una membrana mucosa, fina y transparente que recubre el interior del párpado y la parte blanca del ojo. Tiene gran cantidad de vasos sanguíneos y cuando existe una infección, se inflaman ocasionando que se vean los ojos muy rojos y ensangrentados. De entre los distintos tipos de conjuntivitis, la bacteriana y la viral son las más contagiosas por lo que es muy recomendable la prevención al transmitirse la enfermedad fácilmente a otra persona.
La conjuntivitis vírica está causada porque un virus infecta el ojo, que puede estar asociado a infecciones de las vías respiratorias superiores, resfriado común o dolor de garganta. Es muy contagiosa, así que es importante no compartir almohadas, sábanas, toallas y demás utensilios de higiene personal, por supuesto, tampoco el maquillaje. En cuanto a la bacteriana, se ocasiona por la infección de bacterias en el ojo, tarda menos en curarse y el tratamiento es más sencillo. Sin embargo, hay también otras causas, como por alergia, por ojo seco o queratoconjuntivitis crónica o por blefaritis.
Siguiendo una rutina de cuidados específicos y prestando atención a la limpieza de los ojos, es posible que la conjuntivitis se cure de forma más rápida y tus ojos vuelvan a su estado normal. Entre estos cuidados encontramos el de evitar el uso de maquillaje en los ojos mientras la infección de la conjuntiva persista, especialmente son sombras de ojos, eyeliners y máscaras de pestañas, ya que de lo contrario los componentes químicos de los cosméticos podrían irritar aún más los ojos al entrar en contacto con ellos, agravando, así, la conjuntivitis y retardando su curación.
En el caso de que uno no pueda resistirse a ponerse algo de maquillaje, lo máximo que puedes hacer es poner algo de corrector alrededor del ojo, sin tocar la zona afectada, para tratar de matizar el efecto, así como en el arco de la ceja y nada más. Además de esto, es importante que no comparta sus productos de maquillaje para los ojos con nadie y que, si los usa, los sustituya por unos nuevos cuando se haya curado por completo la conjuntivitis. De esta forma, se podrán evitar posibles propagaciones y contagios.