Afrontar pagos imprevistos (o no tan imprevistos, pero igualmente poco convenientes para la economía de nuestro bolsillo) es un quebradero de cabeza que, especialmente ahora, en estos momentos de crisis, se da en el seno familiar de muchos españoles. Por este motivo, pedir un préstamo se configura como una buena opción.
Su principal ventaja se encuentra en la liquidez que proporciona al cliente que lo solicita. Actualmente, es frecuente que la concesión del préstamo se realice telemáticamente, es decir, vía online. La mayor parte de las entidades bancarias ponen a disposición del cliente la posibilidad de pedir préstamos online, los cuales -en función del gasto que cubren- se clasifican en varios tipos: préstamos personales, préstamos para autonómos, préstamos para estudiantes, préstamos hipotecarios (de los más habituales), etc. Como requisitos fundamentales, comunes a todos ellos, encontramos: la mayoría de edad del solicitante, así como su declaración de solvencia. Esto último implica que la persona interesada en el préstamo ha de aportar documentos que, a modo de prueba, demuestren que es capaz de devolver la cuantía prestada por la entidad bancaria.
En los préstamos cabe distinguir tres elementos clave: el capital, el interés y el plazo. El capital es la suma económica que se solicita; el interés es el dinero que el solicitante ha de abonar a la entidad bancaria, a cambio precisamente de que ésta le preste el capital acordado; y, por último, el plazo es el tiempo en que el cliente habrá de realizar la devolución del capital que se le ha concedido. Mientras que el capital es una suma económica que depende en gran medida de las necesidades del solicitante, el interés varía según el banco que concede el préstamo. Por eso, recurrir a un simulador de préstamos es bastante aconsejable: nos ahorra tiempo y nos permite averiguar qué banco, en concreto, nos ofrece unos intereses más económicos.
Compara y acierta
Para comparar los distintos préstamos, antes de escoger una sola opción, el cliente ha de seguir estos pasos:
- Entrar a la página web del simulador de préstamos.
- Elegir el motivo por el que se solicita el préstamo, que puede ser por: reforma y hogar, para obtener liquidez, para vehículos nuevos o de ocasión, para viajes y vacaciones, para salud y bienestar, para estudios y formación, o para reunificación de deudas.
- Seleccionar el importe del que se precisa y establecer el número de meses en que se devolvería. Por regla general, se permite hacer la devolución hasta 96 meses, lo cual equivale a 8 años.
A partir de estos datos anteriores, el simulador de préstamos indica la cuota mensual que correspondería pagar inicialmente. A la hora de calcularlo, se tiene en cuenta el TIN y el TAE, que explicamos a continuación.
¿En qué consiste el TIN?
TIN son las siglas de Tipo de Interés Nominal. Su cálculo es mensual, se expresa en porcentaje y siempre es inferior al TAE. Es un porcentaje de la cantidad total de dinero prestado.
¿Y el TAE?
El TAE es la Tasa Anual Equivalente. Es más complejo que el TIN. Mientras que el TIN es un porcentaje concreto, que se aplica sobre el total de la cantidad prestada, el TAE engloba otras variables. El TAE es un porcentaje que cubre: las comisiones que se cobran, los gastos de operación, el propio TIN, la comisión de apertura...
¿Cómo calcular el TIN y la TAE?
El simulador de préstamos lo ofrece de manera automática. Cuanto mayor sean el TIN y la TAE, mayor será también la cuantía que habrá que abonar al banco que ha prestado el dinero.
Intereses económicos: ¿Dónde?
Bankinter y Vivus son dos entidades que ofrecen préstamos con bajo interés. BBVA, ING Direct y Cofidis son otras tres opciones que convienen tener también en cuenta. Que estos bancos ofrecen intereses más económicos a los de otras entidades se puede comprobar con el siguiente ejemplo: en Bankinter, el TIN es del 4,45% al 13,99%, mientras que la TAE se halla en un intervalo 4,54-14,92%. Si observamos que, según el Banco de España, la TAE media es del 7,67%, la que ofrece Bankinter, a nivel mínimo (4,54%), es considerablemente más baja
Entonces, ¿conviene recurrir a un simulador?
Claramente, sí. Es una herramienta muy útil, que permite hacerse una idea del panorama general de nuestro préstamo, de la cuota que deberíamos abonar cada mes, y del banco que ofrece intereses más económicos.
- El simulador de préstamos es gratuito.
- Compara préstamos en varias entidades bancarias.
- El resultado que ofrece está adaptado a las posibilidades económicas del solicitante.
- Incluye el TIN y la TAE en la simulación.
- El resultado final del importe a pagar al banco cambia conforme se modifican los parámetros (capital y plazo).
- En el caso de los simuladores más avanzados, se muestra también cómo afectan las comisiones al importe final a devolver (comisión de apertura, suponiendo que la haya, incluida).