Debido a nuestro ritmo de vida son muchas las personas que toman de vez en cuando alguna bebida energética para seguir con ese aporte extra. Sin embargo, la mezcla, por ejemplo de RedBull, con alcohol produce muchos más problemas que beneficios. En fiestas, es muy común ver a muchas personas combinar vodka con redbull durante toda la noche. En este artículo descubrimos por qué la mezcla de bebidas energéticas y alcohol puede ser peligrosa para tu corazón, además, exploramos los riesgos y desmentimos mitos comunes sobre ello.
En primer lugar tenemos que tener en cuenta de que este tipo de bebidas no es recomendable ni para embarazadas, niños, adolescentes o con problemas cardiovasculares entro otros, al llevar cafeína tampoco es aconsejable para gente que le cuesta dormir. Además de eso, un envase normal contiene más del azúcar que la OMS recomienda en su ingesta diaria.
A raíz de esto ya podemos imaginar como debe ser su combinación con el alcohol, se podría resumir en una palabra: peligroso. La bebida energética te da una falsa seguridad sobre el alcohol y hace que la persona crea que está en bien y en condiciones cuando en realidad es todo lo contrario. Esto se da sobre todo a la hora de conducir, cuando la gente se ve preparada y en realidad es todo lo contrario, muchos de los accidentes se deben a eso.
Por si fuera poco al juntar estas dos bebidas se predispone a beber más alcohol ya que su alto nivel de cafeína reduce el efecto sedante que tiene el alcohol, en ese momento es cuando consumimos en exceso y puede llegar a una posible intoxicación etílica, vómitos, mareos y dolores de cabeza. A la hora de tomar esta clase de bebidas siempre hay que tener en cuenta el peso, ya que cuanto menos se tenga más nos afectará. Como hemos indicado al principio si se tiene que consumir que sea mejor en su formato más pequeño y de manera esporádica.
Y no solo eso. Además, la mezcla de alcohol y bebidas energéticas puede tener efectos perjudiciales en el corazón. La combinación de la estimulación del sistema cardiovascular por la cafeína y los efectos del alcohol puede aumentar la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que puede aumentar el riesgo de arritmias cardíacas, ataques al corazón y otras complicaciones cardiovasculares.