Hoy en día, las personas tienen que lidiar con muchas emociones abrumadoras: estrés por el trabajo, la incertidumbre del futuro, la frustración en las relaciones... Controlarlas no es tarea fácil pero el secreto podría estar en adoptar una actitud más estoica, es decir un estilo de vida con una filosofía humilde, sencillo, solidario y honesto.
Por ello, los estoicos practican una sencilla regla que tiene muchos beneficios en el día a día: la técnica del agradecimiento. Consiste en tener un cuaderno o diario donde cada mañana al despertar o cada noche antes de dormir dedicar cinco minutos en agradecer por aquello que sientas que tienes que hacerlo. Un ejemplo podría ser: gracias porque tengo trabajo, gracias porque tengo una casa o gracias porque mi pareja ha ido a buscarme esta mañana al trabajo.
El resultado con el tiempo es que se pueda ver la vida de una manera más positiva, ya que nuestro cerebro tiene un sesgo cognitivo conocido como sesgo de la negatividad, por lo cual hace que nos fijemos en todas aquellas cosas malas antes que en las buenas.