El pasado 28 de octubre el actor Matthew Perry fue hallado muerto en el jacuzzi de su domicilio y son muchas las especulaciones que surgieron en torno a sus problemas con el alcohol y las drogas como posibles culpables de un fallo cardíaco.
Según recoge Infobae, no se detectaron metanfetaminas ni fentanilo en el organismo de Matthew Perry. Tampoco se encontraron restos de los medicamentos recetados más habituales. Hay que tener en cuenta que los exámenes toxicológicos más profundos tardarán entre 4 y 6 meses.
Cabe mencionar que, al inspeccionar el hogar de Perry, se encontró una gran cantidad de medicamentos recetados correctamente etiquetados y almacenados, pero no drogas ilegales.
Los allegados de Perry defienden que en el momento de su muerte él no se encontraba bebiendo y que dedicaba el tiempo a ayudar a otras personas a salir de su adicción.