Los pisos SPC son una elección muy usada en casas y locales por su fuerza y apariencia actual. Están hechos con materiales sólidos como piedra caliza y plásticos, lo que los hace muy resistentes. Aunque duran bastante, es importante seguir ciertos cuidados para que se mantengan bien. En esta guía explicamos los pasos clave para mantenerlos siempre en buen estado.
¿Qué es un suelo SPC?
SPC son las siglas de Stone Plastic Composite, un tipo de suelo vinílico que combina polvo de piedra caliza con materiales termoplásticos. Su estructura multicapa le otorga una resistencia superior al desgaste, la humedad y los impactos. Es ideal para estancias de alto tránsito, zonas húmedas o lugares con cambios de temperatura.
El núcleo rígido del suelo SPC impide que se deforme fácilmente, lo que lo convierte en una alternativa muy valorada frente a la madera natural o al laminado tradicional. Su instalación con sistema de clic, junto con diseños realistas que imitan madera o piedra, lo han posicionado como un pavimento atractivo y funcional para distintos entornos.
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Limpieza del suelo SPC
Cuidar los suelos SPC a diario es muy simple. Lo ideal es utilizar un cepillo de cerdas suaves o una aspiradora con cepillo especial para superficies duras, con el fin de retirar el polvo y la suciedad que podrían causar arañazos. Esta rutina ayuda a conservar su apariencia como nueva por más tiempo.
Una vez a la semana, se aconseja pasar una mopa ligeramente húmeda o un trapo bien escurrido con agua tibia. Si se quiere aplicar algún producto, es mejor elegir aquellos que no tengan componentes agresivos como lejía, disolventes, amoníaco o ceras, ya que podrían perjudicar la capa protectora del suelo.
También es conveniente no empapar demasiado las fregonas. Aunque estos suelos son bastante resistentes al agua, el exceso de líquido podría filtrarse entre las uniones y provocar daños con el tiempo. Con estos cuidados básicos, es posible mantener los suelos SPC limpios, brillantes y en buen estado durante mucho más tiempo.
Prevención de arañazos
Para mantener el suelo SPC en buen estado durante más tiempo, es importante seguir ciertas medidas sencillas. Una de las más efectivas es colocar alfombrillas en las entradas, lo que ayuda a detener el paso de tierra o partículas pequeñas que podrían rayar la superficie con el tiempo.
También es útil colocar protectores de fieltro en las patas de los muebles, como sillas o mesas, ya que estos puntos de contacto pueden causar marcas si se mueven con frecuencia. De esta forma, se disminuye el riesgo de deterioro en zonas específicas del suelo.
Las sillas con ruedas duras no son las más adecuadas para este tipo de material, sobre todo si se usan constantemente. En esos casos, es preferible emplear ruedas blandas o situar una alfombra debajo de la zona de trabajo, lo que ayuda a repartir el peso y evitar rozaduras.
Cuando sea necesario mover objetos pesados, como electrodomésticos o muebles grandes, lo ideal es no deslizarlos directamente sobre el suelo. Utilizar mantas gruesas o bases deslizantes facilita el transporte y reduce el impacto en el revestimiento. Tomando estas precauciones, se puede conservar el buen aspecto del suelo SPC durante muchos años, evitando daños innecesarios y alargando su vida útil.
Limpieza de las manchas del suelo
Los suelos SPC soportan bien la humedad, pero no es recomendable que el agua permanezca sobre ellos demasiado tiempo. Si ocurre un derrame, lo ideal es limpiarlo rápidamente con un trapo seco o apenas húmedo para evitar daños.
Cuando aparecen manchas complicadas como las de tinta, maquillaje o vino, se puede usar un paño húmedo con jabón suave. Si no desaparecen, es posible aplicar un producto específico para este tipo de suelos. Lo mejor es probar el producto en una parte escondida para asegurarse de que no afecte el acabado.
También es fundamental evitar utensilios que raspen, como estropajos duros. Estos pueden dañar la superficie protectora del suelo, haciendo que pierda su apariencia y se desgaste antes de tiempo. Con cuidados sencillos, es posible mantener el suelo en buen estado durante mucho tiempo.
¿Hay que hacer limpiezas profundas?
Durante el año, es conveniente hacer una limpieza más profunda del suelo para eliminar la suciedad que se acumula con el tiempo. Una buena opción es utilizar una mopa de microfibra con agua caliente y un producto diseñado específicamente para suelos vinílicos o SPC.
Existen productos concentrados que se mezclan con agua y permiten limpiar a fondo sin afectar la superficie. Este tipo de mantenimiento ayuda a conservar el aspecto brillante del suelo, sin necesidad de aplicar tratamientos adicionales.
No se recomienda usar ceras ni abrillantadores, ya que este tipo de suelo ya viene con una capa protectora desde fábrica. Usar productos no indicados puede generar una película que reduce la fricción, provocando que el suelo se vuelva resbaladizo o se vea apagado. Mantener una limpieza adecuada es suficiente para conservar su buen estado y apariencia por más tiempo, sin poner en riesgo su funcionalidad ni su seguridad.
Consejos a largo plazo con los suelos SPC
El suelo SPC puede durar muchos años si se le da el cuidado adecuado. Acciones simples como quitarse los zapatos al entrar, revisar que las patas de los muebles no lo rayen o limpiar manchas en cuanto aparecen, ayudan a mantener su buen estado y apariencia con el paso del tiempo.
Guardar algunas lamas del mismo lote resulta útil para futuras reparaciones, ya que asegura que el color y el diseño se mantengan uniformes. Gracias a su resistencia y lo fácil que es de limpiar, este suelo puede conservar su aspecto original durante más de 15 años, incluso en zonas con mucho uso.