Una de las mayores ventajas de cumplir dieciocho años es, para la mayoría de los jóvenes españoles, poder sacarse el carnet de conducir. Muchos piensan que aprender a conducir es algo muy sencillo, pero, a la hora de la verdad, algunos fallos pueden hacer que el proceso no sea tan fácil como parece.
Desde el uso del embrague —primero para aprender a controlarlo; luego, para un buen manejo del mismo— hasta el uso de marchas o la atención a las señales, estos problemas son los que más se repiten durante las clases prácticas de conducción, tal como cuentan los expertos en conducción y formación RACC.
Embrague
Aprender a controlar el embrague del coche es uno de los puntos que más cuesta a los conductores noveles. Muchos alumnos tienden a soltarlo demasiado rápido, lo que hace que el coche se cale; o mantenerlo pisado cuando no es necesario, lo que provoca un desgaste del mismo. También es habitual abusar del "medio embrague", especialmente en cuestas, lo que reduce la vida útil del sistema.
Coordinar el embrague y el acelerador es clave para conseguir una conducción suave y, por tanto, más segura.
Marchas
El uso incorrecto de las marchas es otro error típico de alumnos de autoescuelas. Es clave evitar circular mucho tiempo en marchas cortas, ya que la principal consecuencia de este error es que aumenta el consumo y el ruido del motor. También es frecuente en conductores noveles olvidarse de reducir la velocidad en rotondas, cruces o semáforos.
Usar las marchas de manera incorrecta implica no adaptar estas a la velocidad y a las condiciones de la vía, lo que puede generar situaciones de riesgo. Por ello, es importante llegar a tener un buen control de marchas y conseguir así una correcta conducción tanto en vías urbanas como en carreteras.
Señales
La falta de atención a las señales de tráfico es uno de los fallos más peligrosos durante el aprendizaje. Muchos principiantes se centran en el manejo del vehículo y descuidan la observación del entorno. Este fallo provoca errores al no respetar las señales de stop, cedas al paso o límites de velocidad.
Dar prioridad a la señalización es fundamental no solo para aprobar el examen práctico, sino también para lograr una conducción segura.
Nervios
Los nervios son el mayor enemigo durante los primeros meses al volante, sobre todo durante el examen. El miedo a cometer errores provoca bloqueos, movimientos bruscos o fallos de coordinación. También puede llevar a tomar decisiones precipitadas, como dudar demasiado en cruces.
Es importante asumir que equivocarse forma parte del aprendizaje. La práctica constante, una respiración controlada y una actitud relajada ayudan a reducir la tensión y mejorar notablemente la seguridad al conducir.
Para resolver todos estos problemas, es importante contar con un equipo profesional de la conducción que sepa cómo ayudar a los noveles a enfrentarse a los miedos y los errores comunes. Los instructores de la autoescuela RACC trabajan estos puntos en las clases prácticas para ganar confianza, de forma que los alumnos confíen en sí mismos y en sus conocimientos durante el examen.