Patricia y Andrés probaron suerte en el conocido programa ‘Fisrt Dates', donde ambos manifestaron estar buscando una pareja con buena situación económica, por lo que a priori parecía haber posibilidades para que fructificara la cita.
Patricia, de 59 años, afirmaba haberse relacionado con gente muy importante, al ser su padre cónsul honorario, y declaraba buscar un hombre de buen nivel económico, educado, caballero, detallista y fiel: "No estaría nunca con un hombre pobre". La soltera admitía ante Carlos Sobera no haber tenido suerte en el amor.
Por su parte, Sobera presentó a Andrés como "el marqués de la Caleta", mote que los amigos del soltero le habían puesto por su forma de vestir y comportarse.
La cita comenzó con buen pie, aunque pronto empezó a torcerse al afirmar Patricia que era dominicana, aunque nacida en Barcelona, algo a lo que él respondió tajante que era "de España". Más adelante, Patricia tuvo que insistir en diversas ocasiones en que había nacido en Barcelona, pues él le preguntaba una y otra vez por "su país", al tiempo que trataba de demostrar que España era mejor.
Y si bien Patricia parecía encantada con Andrés, él no pareció pensar lo mismo, pues criticó el aspecto físico de su cita afirmando que las prefería más esbeltas y finalizó por criticar con dureza su afición a pasear a diario, ante lo que no dudó en recriminarle: "Eso es de pobres".
Así, el final parecía inevitable. Aunque Patricia estaba dispuesta a seguir conociendo al "marqués", Andrés manifestó que solo podían volver a quedar como amigos y que no era su tipo de mujer.