Unas escalofriantes imágenes recorren las redes sociales ante el estupor de los usuarios. Se trata de una curiosa tradición del pueblo portugués de Vale de Salgueiro.
«Es la celebración de la emancipación de los niños que se convierten en adultos», según señala Carlos Cadavez, el alcalde. «A los 14, 15 años, fumaban un cigarrillo y, como se decía en el pueblo, ya eran hombres», explicó Cadavez.