Richard Scolyer es un médico australiano que decidió convertirse en el primer paciente cancerígeno en someterse al tratamiento que él mismo ha ayudado a crear. Ahora, tras un año de pruebas y escáneres, los últimos resultados continúan plasmando su eficacia: el cáncer de Scolyer no ha vuelto.
El médico sufrió de glioblastoma, que es un tipo de cáncer cerebral. Su agresividad conlleva un desafío mayor para el tratamiento debido a su capacidad para crecer exponencialmente y diseminarse con velocidad.
El tratamiento que Richard Scolyer ayudó a desarrollar consiguió extraer el tumor y decirle adiós para siempre, ganándose así la admiración de científicos y sanitarios de todo el mundo. El subtipo de tumor cerebral que padecía es altamente mortífero, llegando a matar a la mayoría de pacientes en menos de un año.
Por ello, este avance podría cambiar el método der actuación de estos tumores y aumentar la esperanza de vida de las personas.
El médico australiano fue, además, el primer paciente en someterse al tratamiento. Consiste en recibir inmunoterapia combinada antes de pasar por el quirófano para la extracción del tumor cerebral. El proceso incluyó, a su vez, una vacuna personalizada para aumentar sustancialmente la eficacia del tratamiento.
Tras meses sufriendo ataques epilépticos, Scolyer se recuperó y, a día de hoy, corre diariamente 15 kilómetros. Las continuas resonancias y demás exámenes indican la ausencia total del tumor.
El tratamiento todavía no está regulado ni aprobado por la comunidad científica, pero abre la puerta a una revolución en la inmunoterapia personalizada de la oncología.