La noche ibicenca es famosa en todo el mundo. Cada año pasan millones de turistas por la isla en busca de sus fiestas, pero algunos no aguantan el ritmo antes siquiera de terminar de cenar.
Es lo que le pasó a un turista italiano en un restaurante de la calle de Jaume I, frente a las murallas de Dalt Vila. Con la cuesta del pasaje de Simó Pouet de fondo, una panda de amigos ha grabado al pobre afectado por lo que parece haber bebido demasiado alcohol (o estar demasiado cansado) caído sobre su silla, con el cuerpo doblado al completo.
El vídeo se ha hecho viral ya que el resto de comensales comenzaron lo que simula ser un tren. Colocaron sus sillas en fila, con el "dormido" a la cabeza. Los amigos parecen cantar la versión italiana del "Alcohol, alcohol, hemos venido a emborracharnos y el resultado nos da igual".
Pese a los gritos, está claro que el afectado no logró despertarse.