Los perros son conocidos como los animales más cariñosos y fieles, pero también tienen un carácter muy juguetón que provoca que hagan alguna trastada que otra.
Un experto de la web de la escuela de adiestramiento Agora Canina, según Huffington Post, sentencia que no cree pidan perdón porque «es una idea demasiado compleja para ellos (cosa más de humanos), y además partimos de la base de que su idea de que algo esté mal es muy distinta a la nuestra». Aun así, reaccionan cuando se les regaña y actúan de una forma que parece que piden perdón.
La manera en la que lo hacen es a través de su lenguaje corporal y comportamiento, como agachar la cabeza y meter la cola entre las piernas. Además, se quedan quietos en un sitio y evitan el contacto visual.
Ante estas ‘disculpas' se debe actuar de la siguiente manera, según una tienda de productos caninos: «es fundamental comprender cómo demuestra su perro su arrepentimiento, y es igualmente importante su respuesta a su comportamiento arrepentido. Al perdonar a su perro, aliviará sus sentimientos de inseguridad y dudas sobre sí mismo. Además, su perdón ayuda a evitar que su perro se aísle y se sienta ansioso».