El ‘retro-walking' no es una técnica moderna, en China, por ejemplo, la practican desde hace 5000 años con el objetivo de equilibrar la energía del cuerpo.
Diferentes estudios científicos respaldan los beneficios de caminar hacia atrás, entre los que se encuentra una mejora en el estado muscular, el equilibrio, la pérdida de peso y el funcionamiento del cerebro y el corazón.
El mejor lugar para realizar esta práctica es la cinta. Es recomendable andar un minuto hacia atrás y otro hasta completar unos 10 o 15 minutos ya que un mintuo caminando hacia atrás quema el triple de calorías que uno hacia adelante.