En los últimos tiempos, por comodidad y necesidades personales, vengo comprando en los supermercados pan envasado del llamado «pan payés». He adquirido en distintos comercios y de más de una marca, y siempre me encuentro con el mismo problema, que es pan que tiene varios días, hasta el punto que algunas veces tiene sabor a rancio. En esos comercios jamás conseguí comprar pan del día.
Si se obligara, como está previsto en la normativa, a que el pan llevará la fecha del envasado, o que en los comercios pusieran un letrero bien visible que «no es pan del día», uno sabría a qué atenerse. Como es un producto que no se puede manosear, cuando se llega a casa y se abre el paquete se lleva la gran sorpresa, hasta a veces con el olor a viejo, como me ha sucedido hoy mismo.
Por lo expuesto ruego a la autoridad competente, bien sea sanidad, consumo, o quien corresponda, que de una vez resuelvan este problema, que es un engaño que se está cometiendo con la buena fe de los consumidores, y nada menos que con el pan.