Podemos ha decidido ponerse en primera línea de fuego en la polémica de los sueldos del Consell. El tema afecta a todo el gobierno insular, pero ayer esta formación política arremetió contra el PP por criticar que el coste del actual ejecutivo sea 200.000 euros más al año que el anterior. Conviene recordar aquí que toda la polémica sobre los sueldos la destapó Podemos tras las elecciones, un asunto que provocó más que un desencuentro con los socialistas. Con sus justificaciones, Podemos intenta lavar su conciencia ya que antes de las elecciones intentaron vender, de forma injusta, que los políticos ganaban mucho y trabajaban poco, que tenían prebendas sin justificación. La casta, llamaban a estos políticos. Pero cuando la crítica se dirige a ellos, la cosa cambia.
Los datos son los datos. Podemos puede enviar 100 comunicados, pero los datos son los datos. En este nuevo gobierno insular hay más altos cargos que hace unos meses. Si este diario no llega a denunciar que el coste es de 200.000 euros más al año, hubiesen nombrado a dos directores insulares más. De hecho, sus nombres ya habían sido difundidos por el propio Consell. No fue ningún invento de la prensa. Es cierto que los sueldos han bajado un 5%, pero también es cierto que se había hablado de una reducción del 25%. Porcentajes y bajadas aparte, la realidad es que este gobierno costará 60.000 euros más que el anterior, como mínimo, si es que no falta aún algún alto cargo por nombrar. También se podría cuestionar aquí la capacidad de algunas de las personas elegidas por Podemos.
Un debate demagógico. En estas páginas ya se ha dicho que no tiene mayor importancia si un político gana un poco más si, finalmente, su trabajo va en beneficio de la sociedad. Y también se ha dicho que el debate sobre los salarios va en perjuicio de la imagen de los políticos, pero lo que no puede ser es que Podemos, que ha sido elegido para gobernar, lleve varias semanas intentando justificarse ante una polémica que únicamente abrieron ellos en campaña y tras las elecciones. Ahora, ellos están en el punto de mira e intentan justificar lo injustificable. Demasiado tiempo perdido.