Como ocurrió con la primera versión de la ecotasa, la tramitación del nuevo impuesto del Govern se ha convertido en un espectáculo lamentable entre las fuerzas políticas que conforman el gabinete autonómico. El lunes le tocó el turno a Podemos, que calificó de fraude el impuesto y dejó en suspenso su posible apoyo parlamentario. Sin Podemos, el impuesto no podrá aprobarse y es probable que se viva una crisis política en el gabinete que preside Francina Armengol.
Territorio. Una de las quejas de Podemos es que el impuesto tiene que dejar muy claro el dinero que se destinará a cada isla, un porcentaje que se aplicaría, según este partido, en función del peso del sector turístico en el contexto general de Balears. En este sentido, Podemos quiere que Eivissa reciba un porcentaje significativo para compensar los efectos negativos del turismo en el territorio. Sobre esta propuesta, Més per Menorca y Més por Mallorca lamentaron un posible pacto entre Podemos y PP para poder sacar adelante este criterio territorial. El Govern de Armengol no quiere pillarse los dedos con las inversiones que se harán a través del dinero de la ecotasa. No quiere, de ningún modo, que se impongan cuotas por islas, un criterio que perjudica claramente a Eivissa.
Debate. Es bastante lamentable que espectáculo que se está produciendo con la tramitación de la ecotasa. El impuesto aún no ha empezado a cobrarse y las peleas por la recaudación están salpicando de lleno a los partidos que apoyan al Govern. La diputada de Podemos Laura Camargo habló el lunes de fraude. Y eso que Podemos apoya al Govern, pero podría dejar de hacerlo si no cumple con sus criterios. Tampoco es posible que Podemos intente a diario, a través de las amenazas, conseguir imponer sus políticas sin tener ninguna cuota de responsabilidad en el Govern. Pero, con el tema de la ecotasa, lo lamentable es el debate político que, igual que en el año 2000, deja muy tocado el futuro del nuevo impuesto.
Sentido común. El Govern tiene todo el derecho del mundo a aplicar sus políticas y la ecotasa parece que es el principal argumento de la legislatura. Es, en nuestra opinión, un error que perjudicará a medio plazo al sector turístico. Pero lo que no es asumible de ningún modo es que se organice un debate interno de esta magnitud a cuenta de una recaudación de un impuesto que aún no ha empezado a cobrarse. Como ejemplo, el Ayuntamiento de Palma ha pedido el 50% de la recaudación. Un despropósito que, al parecer, nos dará muchas semanas de titulares. Un error del que nos arrepentiremos durante mucho tiempo.