El nuevo episodio protagonizado por Can Misses confirma que el hospital de las Pitiüses tiene graves problemas de funcionamiento. Cuando no hay que cerrar la lavandería resulta que en el área de Urgencias deben colocarse cubos de agua por culpa de la rotura de una cañería. Recientemente informábamos también de las continuas reclamaciones del Ibsalut a la empresa concesionaria del servicio por deficiencias. Tampoco el servicio de urgencias, con demoras que han llegado a alcanzar las 8 horas, tiene un funcionamiento óptimo. En el aspecto positivo hay que incluir la puesta en marcha del servicio de radioterapia, un tratamiento que se está aplicando con total normalidad en Can Misses, lo que ya de por sí es noticia ante el cúmulo de problemas que acumula el hospital ibicenco.
Mejor gestión. No pueden atribuirse a la gerencia del Ibsalut todos las deficiencias que registra Can Misses, pero evidentemente hay que buscar un responsable. El problema es la imagen que está dando el hospital ibicenco, que día sí y día también está siendo portada en la prensa por deficiencias o mal servicio. Si alguna empresa concesionaria no cumple con los niveles óptimos de calidad, hay que actuar con contundencia, ser inflexibles. Porque, al final, las deficiencias las pagan los usuarios de la sanidad pública. Desconocemos si existen problemas de coordinación en la dirección, si algunas áreas no están dirigidas de forma diligente, pero es una evidencia de que las cosas no funcionan bien en Can Misses.
Inversiones. Cuando la izquierda llegó al poder en julio del pasado año prometió una mejor sanidad pública. Esgrimió que la etapa de recortes en la sanidad se había acabado y que los ciudadanos tenían que recuperar un servicio de calidad. Sin embargo, ha pasado casi un año y podría decirse, sin temor a exagerar, que el servicio es peor ahora que hace un año. No lo decimos solo nosotros. Lo aseguran los usuarios y los sindicatos con representación en la sanidad pública. Por eso hay que actuar con contundencia y recuperar el rumbo de un hospital que parece ir a la deriva desde hace tiempo.