Otra destitución fulminante en el Govern. El titular de la Conselleria de Medi Ambient, Agricultura i Pesca, Vicenç Vidal, ha cesado a la directora general de Espais Naturals i Biodiversitat, Caterina Amengual, una decisión justificada para dar un nuevo impulso a esta área pero que no puede enmascarar la imagen de debilidad y descoordinación que está transmitiendo el Govern en este primer tramo de la legislatura. El departamento que encabeza Vidal, que pertenece a Més, está siendo uno de los más criticados de todo el equipo gubernamental, circunstancia que avala la tesis de que la salida de Amengual es una maniobra destinada a ganar tiempo para calmar los ánimos ante las polémicas generadas en los últimos tiempos.
Demasiados frentes. La Conselleria de Vidal ha sido muy cuestionada por la gestión de algunos temas en los que, dada su procedencia política, se consideraba tendría una visión más acorde con la nueva sensibilidad medioambiental de la sociedad balear. La campaña de eliminación de las cabras de es Vedrà en Eivissa, rechazada con vehemencia por los grupos animalistas; el fracaso en la defensa de las praderas de posidonia ante los fondeos indiscriminados, o el caótico plan de usos en los accesos a la playa de es Trenc, han desembocado en la sustitución de Caterina Amengual por el doctor en Geografía Miquel Mir. Todo un panel de frentes abiertos que el conseller no ha sabido reconducir desde el primer momento.
Errores del pasado. El actual Govern corre el serio peligro de reeditar los mismos fallos cometidos por las anteriores coaliciones de izquierda que presidió Francesc Antich, que se resumen en la dificultad de Francina Armengol para liderar un grupo cohesionado que lleve adelante las políticas que necesitan los ciudadanos de Balears. De momento, a la vista están, ninguno de los socios del Pacte evita los reproches públicos ni deja de cuestionar las decisiones de sus propios aliados. Los resultados de esta estrategia ya son conocidos.