El titular de la Conselleria de Turisme y vicepresidente del Govern, Biel Barceló, abogó en su intervención en la Nit del Turisme por el equilibrio en la explotación del sector en Balears. Este objetivo, en su opinión, pasa por el desplazamiento en la llegada de visitantes de los meses de verano a la temporada baja. Barceló destaca la mayor rentabilidad de los turistas durante el invierno, pero en su exposición faltaron, aunque fuese un esbozo, las líneas estratégicas a seguir para alcanzar esa meta. La presidenta Armengol, por su parte, reiteró su defensa del efecto redistributivo que tiene la ecotasa para el conjunto de la sociedad.
Evitar las contradicciones. Pretender incentivar el destino turístico de Balears durante los meses de invierno significa potenciar los hoteles urbanos y rurales, ampliar la oferta comercial, facilitar la inversión en la planta hotelera para mejorar la climatización, incentivar actividades culturales y deportivas, reactivar la oferta complementaria... Nada de ello apuntó el conseller del ramo en su intervención, con excepción del llamamiento a la sociedad en general para que huya de la visión negativa que se tiene de la actividad turística. Efectivamente, el reto de Balears ya no es incrementar indefinidamente el número de turistas –la manifestación bajo el lema ‘Fins aquí hem arribat' fue un serio toque de atención–, pero es preciso definir con precisión de qué manera se quiere la contención y cuáles serán sus consecuencias.
La colaboración privada. En plena polémica con uno de los principales hoteleros de las Islas, Gabriel Escarrer, y su crítica por el súbito incremento del importe de la ecotasa –que se dobla al primer año de su aplicación–, Biel Barceló reclama la implicación del sector privado. Ello obliga a redoblar esfuerzos para recuperar la sintonía entre la Administración y el empresariado turístico para acometer la imprescindible reorientación de la principal actividad económica de Balears, eje de nuestro futuro colectivo.