Jaume Garau, gurú electoral de Més y también del Consell de Formentera, ha vuelto a acudir a declarar ante el juez que instruye la investigación de los supuestos contratos ilegales encargados por determinados departamentos del Govern gestionados por Més per Mallorca. Garau ha negado cualquier relación con empresas que se presentaron a los mismos concursos y también ha asegurado que todo se hizo conforme a derecho. Sin embargo, en el caso del Consell de Formentera quedan muchos flecos por despejar y que el gobierno insular explique qué vínculo existe entre el gurú de la formación política nacionalista para encargarle estudios a dedo que han superado los 192.000 euros.
3.000 euros por 10 folios.
Hay pocas explicaciones para que el Consell de Formentera pague 3.000 euros a Jaume Garau por un argumentario de 10 folios, como desveló este medio hace unos días. El objetivo era apoyar la interlocución del Consell con la Conselleria de Territorio para mejorar el servicio de transporte marítimo. El documento, cuyo contenido ha reproducido este periódico, parece un documento con retales jurídicos de copia y pega por parte del autor. Nada más. Y tampoco tiene explicación que el Consell necesite un argumentario como interlocución cuando se supone que existe sintonía total con los responsables del Govern. No hay ni justificación ni necesidad y por eso el Consell, que sigue callando sobre este episodio, debe dar unas explicaciones convincentes.
Favores políticos.
No parece, por lo tanto, una cuestión baladí que el Consell pague más de 190.000 euros a quien supuestamente se favoreció desde las consellerías de Més. Y sería determinante que el gobierno de Formentera explicase el vínculo político Garau o si hubo alguna persona que intercediese a su favor. No conviene olvidar que ha habido dirigentes del PP y de UM que han entrado en prisión por hechos como el de Garau. Recordar, por ejemplo, el caso de Bartomeu Vicens, cuya primera condena fue un informe por el que se pagaron 12.000 euros pese a que estaba sacado de internet. Vicens entró en prisión. Hay que dejar que avance la investigación judicial, por supuesto, pero sería un buen ejercicio que el gobierno de Jaume Ferrer razone la contratación de Garau.