Ante el anuncio hecho este miércoles en el programa ‘Bona nit Pitiüses' de la TEF por parte del candidato del PP a la alcaldía de Eivissa, el exconseller y diputado José Vicente Marí, de no edificar el albergue en la calle Vicent Serra i Orvay, en el solar que actualmente ocupa el antiguo retén de la Policía Local de Vila, la respuesta del primer teniente de alcalde de Vila y concejal de Benestar Social, Joan Ribas, ha sido un furibundo ataque a través de Twitter. El portavoz de Guanyem Eivissa acusa a Marí Bosó y a todo su partido de despreocuparse y no conocer nada de los usuarios del actual albergue de Cáritas. También acusa al presidente del PP de Ibiza de «demagogo», de que el PP siempre que ha gobernado ha dejado de lado a los más necesitados, de no tener ni idea del fenómeno del sinhogarismo y, finalmente, de padecer de “aporofobia”, es decir, fobia a las personas pobres o desfavorecidas.
Ignorando a los vecinos.
El ataque de Ribas demuestra que el rechazo de los vecinos de s'Eixample Nou al proyectado albergue ha sido, es y será absolutamente ignorado por los integrantes del actual equipo de gobierno municipal de PSOE y Guanyem. Es más, si Ribas acusa al PP de aporofobia, esta acusación es extensiva a los vecinos que reclaman que el albergue se construya en es Gorg y no en la calle Vicente Serra. Todos aquellos que consideren que el albergue no debe estar allí deben tener fobia a los pobres, a decir de Joan Ribas, un líder político que en cuatro años ha pasado de prometer que nada de importancia se haría en la ciudad sin consultar a los vecinos a acusar a los que cuestionan la idoneidad de la ubicación del albergue de percibir a los pobres como un problema.
La discusión está en la ubicación.
Joan Ribas y también la edil socialista de Vila, Carmen Boned, como se desprende de su artículo que hoy publicamos en la sección Tribuna, confunden deliberadamente el debate de la atención a las personas sin techo con la ubicación del albergue. Que el edificio de la calle Vicent Serra no es el idóneo, lo demuestra el hecho de que habrá que demolerlo y construir uno nuevo, cuando desde el principio se dijo que ubicarlo allí era lo mejor. No se trata de si hay que hacer un albergue o no. Se trata de dónde. Que nadie confunda la discusión.